La versión oficial de que el accidente del metro de Valencia se debió a que el conductor del convoy sufrió un desvanecimiento pierde fuerza según avanzan las investigaciones. Fuentes del comité de seguridad de circulación de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana (FGV) aseguraron ayer que la revisión de la caja negra del tren «demuestra con poco margen al error» que el maquinista Joaquín Pardo estuvo consciente, al menos, hasta dos o tres segundos antes del descarrilamiento del convoy.
El nuevo estudio de la caja negra -hecho por técnicos independientes, expertos de policía científica y especialistas del FGV-, confirma dos indicios que desmienten la versión de la Generalitat de que el accidente se habría producido por un desmayo del conductor. El primero es que Pardo pisó el denominado pedal de hombre muerto 18 segundos después de salir de la estación de Plaza de España, la última parada antes de descarrilar metros antes del apeadero de Jesús.
Este pedal debe ser accionado cada medio minuto para indicar que no hay problemas. En el caso de que no se pise el dispositivo en el tiempo requerido, instantes después saltan los sistemas de frenado de emergencia.
Cuando Pardo pisó el hombre muerto la velocidad del tren no era excesiva. La caja revela que tres segundos antes tocar el pedal el suburbano circulaba a 35 kilómetros hora, cinco kilómetros menos del límite máximo de velocidad en ese tramo. No obstante, la palanca de velocidad estaba a tope desde la salida de la estación, en lo que los ferroviarios denominan posición más más.
El otro indicio que apunta a que el conductor estaba consciente es, según los técnicos, que 42 segundos después de salir de Plaza de España, tres segundos antes de que el tren se detuviera tras descarrillar, alguien desde la cabina de mando del tren «activó manualmente el freno de servicio». En ese momento hacía ocho segundos que el convoy ya circulaba a 80 kilómetros por hora. Luego, en el segundo 43, saltaron los sistemas automáticos de frenado cuando, probablemente, las ruedas del tren dejaron de tocar las vías.
Órganos destrozados
Los responsables de la investigación, además, recuerdan que las dos autopsias practicadas al cadáver de Pardo sólo han servido para certificar que no bebió alcohol ni ingirió drogas antes del accidente. Los tremendos destrozos en el corazón, el hígado y el cerebro del maquinista provocados por el siniestro hacen «materialmente imposible saber si el maquinista sufrió un infarto, una indisposición o un vahído».
Ante estos datos, los técnicos que investigan el accidente consideran «muy arriesgado o cuanto menos precipitado» afirmar, como sostiene la Generalitat Valenciana, que el siniestro se produjo por el desvanecimiento del conductor. Los analistas dicen «no descartar en absoluto» otras hipótesis tales como «una conducta temeraria» del maquinista o un fallo técnico como pudiera ser el bloqueo de la palanca en velocidad máxima o la falta de respuesta en los frenos hasta los últimos instantes. En cualquier caso -explicaron los especialistas que examinan el caso-, la exhaustiva investigación de los «elementos mecánicos» del convoy podría demorar varias semanas, incluso meses la investigación. Los consellers de Infraestructuras y Transportes, José Ramón García Antón, y de Justicia y Administraciones Públicas, Miguel Peralta, comparecerán el próximo martes en un pleno monográfico de las Corts Valencianes sobre el accidente. La Junta de Portavoces acordó, en su reunión de la mañana y a propuesta del PP, celebrarlo por la tarde, pero, ante las críticas de la oposición, el PP anunció que propondrá que se realice por la mañana.
El portavoz del PP, Serafín Castellano aseguró «no entender qué importancia tiene que se celebre por la mañana o por la tarde». Precisó que el grupo parlamentario popular y el Gobierno valenciano «están totalmente dispuestos a atender las peticiones del resto de grupos y se modificarán todas las agendas que sea necesario». Castellano dijo que la intención del PP es que todo el gobierno asista al pleno. El portavoz del PP justificó la decisión de celebrar un pleno específico sobre el descarrilamiento del convoy por la «envergadura» del tema y el «respeto a la memoria de las víctimas» y para no solaparlo con otros temas.
Por su parte, el portavoz adjunto del PSPV Antoni Such recalcó que su partido está desde el primer momento «al lado de las víctimas» y va a «colaborar de forma solidaria en todo aquello que haga falta», si bien señaló que todo «apunta a que este accidente se podía haber evitado».