El pasado día 18 de junio, el nuevo estatuto catalán recibió el apoyo del 73,90% de aquellos que quisieron ejercer su derecho al voto. Un 20,70% votó «no» y un 5,30% lo hicieron en blanco. Se cercaron a las urnas el 49,40% de los catalanes censados para votar.
El Partido Popular, haciendo (como siempre) demagogia barata y siguiendo con su estilo mediante el cual tergiversan los hechos, pretende deslegitimizar la aprobación del texto utilizando las cifras a su antojo. Por ejemplo al 20,70% de los «noes» le sumaron la desconocida, pero no manifestada, opinión del 50,60% de los ciudadanos que no acudieron hasta las urnas. Pero no sólo se han apropiado de unas cifras que no han apoyado a nadie y que debería hacer reflexionar a todos los políticos, sino que dio más valor al silencio de las personas que no fueron a votar que a la voz de aquellos que sí ejercieron su derecho.
Según el PP, el 73,90% de los votos afirmativos se convierte sólo en el 36%, ya que ellos lo miden con el total del censo. Por esta regla de tres, la Constitución Española no habría sido votada por un 87,90%, sino sólo por un 59% de los electores, hubiesen ido a votar o no. Por esa teoría, cuando Aznar ganó las elecciones con mayoría absoluta, en realidad sólo le votó el 32% del censo. ¿Qué sentido tiene entonces el votar si en el resultado final se tiene en cuenta a quien ni siquiera ha acudido a las urnas?
Don Mariano dijo también: «Estamos ante el texto con mayor rechazo del actual periodo democrático y todo ha sido un fracaso de Zapatero». Este hombre se olvida (y eso que él fue vicepresidente del gobierno gallego) que el estatuto que está en vigor actualmente en Galicia sólo llevó a las urnas al 28,20% de los gallegos con derecho al voto, por tanto sí hay por ahí algún texto que ha tenido mayor rechazo que el catalán.
El porcentaje de participación en Cataluña es el que más o menos se alcanza en este tipo de referéndum en España (recuerden la Constitución Europea) y en los demás países europeos y occidentales. Por ejemplo, en las elecciones presidenciales de EE UU (un país tan admirado por la derecha española), raro es que lleguen al 55% de participación y nadie le quita a esa votación ni credibilidad ni legitimidad.
En cuanto a su acusación del «fracaso de Zapatero» habría que decirle, igualmente, que por esa misma teoría la aprobación del estatuto valenciano (que también respaldó el PP) ha sido un éxito de Zapatero, y eso hasta la fecha no se lo he escuchado decir a nadie del PP.
Señor Rajoy, cuando se tergiversan los datos se está mintiendo, y cuando las mentiras existen es que la verdad resulta insoportable.
Mercedes García. Jerez