La etarra Belén González Peñalva, 'Carmen', instó ayer a los gobiernos español y francés a que «se impliquen seriamente en la resolución del conflicto vasco» y a que «aprovechen la oportunidad abierta al diálogo». González Peñalva, que fue juzgada ayer en la Audiencia Nacional por primera vez desde su llegada a España, tras ser extraditada por Francia, hizo uso de su derecho a la última palabra y aseguró que «la resolución del conflicto político sólo vendrá por el reconocimiento del derecho de autodeterminación del pueblo vasco».

La acusada hizo estas declaraciones en castellano, a pesar de que al comienzo del juicio advirtió, en euskera, de que no reconocía al tribunal que le iba a juzgar por el atentado en el que falleció el vicealmirante Fausto Escrigas y en el que resultó gravemente herido su conductor, Francisco Marañón, el 28 de julio de 1985 en Madrid. Por estos hechos González Peñalva, se enfrenta a una petición de 53 años de cárcel.