El nivel de satisfacción de los trabajadores españoles en relación con la actividad que desarrollan está por debajo del de sus socios europeos. Sólo un 23% siente a menudola sensación de realizarse en la empresa, frente a un 25% que asegura no haberlo experimentado nunca y un 49% que desea cambiar de empleo. El dato figura en un informe de Ipsos, multinacional dedicada a la investigación de mercado, elaborado en España, Alemania, Bélgica, Francia, Hungría, Italia y Suecia, cuya media de satisfacción llega hasta el 30%.
El estudio refleja que los españoles también figuran entre los colectivos que menos se implican con la labor que tienen que desarrollar, aunque el 52% se identifica plenamente con su profesión. Sin embargo, pese a su frustración laboral, los españoles califican sólo una décima por debajo del 6,3 (sobre 10) de la media su calidad de vida en el trabajo. Son los directivos españoles quienes más puntúan, al otorgar un 7,4, mientras que los obreros no especializados bajan al 5,6.
Conciliar la vida laboral y familiar aparece como uno de los principales obstáculos del día a día. Es en España, Italia y Francia donde más se mezclan estos dos ámbitos, frente a Alemania, Suecia y Hungría, donde lo profesional y lo personal están totalmente disociadas.