Tras varios meses de unas negociaciones que se han llevado a cabo con la más absoluta discreción, la inmobiliaria Grupo Q y Nueva Rumasa han cerrado la operación de compra-venta de los cascos bodegueros que Zoilo Ruiz-Mateos posee en la céntrica calle Pizarro y que hasta hace dos años pertenecían en su totalidad a Sandeman. El 30 de junio de 2004 la compañía que preside José María Ruiz-Mateos llegó a un acuerdo con la firma bodeguera para adquirir estas instalaciones, que ahora, exactamente dos años después, pasan a manos de uno de los grupos constructores más importantes de Andalucía.
Según ha podido conocer LA VOZ, Grupo Q y Nueva Rumasa han cifrado la operación comercial en una cantidad que ronda los 20 millones de euros. La inmobiliaria, además, ha desembolsado ya el 80% de la cantidad final. A cambio, se hace con los algo más de 20.000 metros cuadrados de estas instalaciones bodegueras, situadas en una interesante zona de la ciudad, la calle Pizarro, desde el punto de vista de las promociones inmobiliarias.
El suelo recién adquirido por la inmobiliaria sevillana se encuentra dentro del plan general, aunque fuentes de la Gerencia Municipal de Urbanismo aseguran que Grupo Q no se ha puesto en contacto en ningún momento con la GMU y que, por tanto, desconocen los proyectos que pueda tener en cartera para unas bodegas que históricamente han estado ocupadas por Sandeman y que ahora pasan a engrosar la larga lista de instalaciones vinateras que en los últimos años han ido abandonando el centro o el casco urbano en favor de la construcción de viviendas.
Así las cosas, Nueva Rumasa está pensando ya en construir en alguna de sus viñas una nueva bodega para albergar las miles de botas de vino que se almacenan en la calle Pizarro y que no tienen cabida en las dependencias que posee en la circunvalación Garvey, propiedad también del empresario de la abeja.