El Euríbor, el tipo de referencia utilizado en ocho de cada diez hipotecas en España, repuntó de nuevo en junio hasta situarse en el 3,401%, su valor más alto en los cuatro últimos años, según los datos aportados ayer por el mercado interbancario, que deberá corroborar el Banco de España a mediados de julio. Si la cifra se hace oficial, quienes revisen con carácter anual una hipoteca media verán encarecerse sus cuotas en algo más de 1.100 euros en toda una anualidad. La corriente alcista de los tipos ha disparado las alarmas entre las instituciones económicas y las propias entidades financieras, que han llegado a reclamar un cambio legal para evitar el colapso.
Por noveno mes consecutivo, el euribor ha aumentado. En esta ocasión un 0,092%. En doce meses, la referencia ha crecido un 1,297%. Así, si se toma como referencia la hipoteca media (138.537 euros a 25 años de plazo) y se aplica sólo el euribor (lo normal es añadir un diferencial), la revisión del contrato supondrá un verdadero susto. Los sufridores del mercado hipotecario verán cómo ese contrato promedio se encarece 91,97 euros al mes al pasar de 594,17 euros a 686,14 euros. O lo que es lo mismo, 1.103,64 euros a lo largo de toda una anualidad. Esto significa que por cada 10.000 de préstamo, la cuota anual repuntará en 79,6 euros.
Revisión semestral
No sólo lo pasarán mal quienes tengan revisión anual. Los contratos con vinculación semestral también serán más caros, pues el euribor de diciembre de 2005 también era inferior al actual (2,783%). El impacto será de 44,71 euros al mes y de 536 euros al año. Para el ejemplo de los 10.000 euros de crédito, el plus ascenderá a 38,72 euros. El camino imparable del euribor y la alta contratación de hipotecas en España ha llevado a las autoridades a advertir que una eventual crisis de tipos crearía serios problemas a la economía nacional. Los españoles deben ya más de medio billón de euros por la compra de sus casas y el crédito avanza a ritmos interanuales superiores al 25%. A las quejas y advertencias de instituciones como el Banco de España o el Fondo Monetario Internacional (FMI) se suman ahora las lanzadas por los propios bancos y cajas españoles.
El presidente de la Asociación Hipotecaria Española, Gregorio Mayayo, capitaneó la alarma. Ante la imposibilidad de controlar los tipos oficiales en la zona euro (en manos del Banco Central Europeo), reclamó al Gobierno un cambio en la legislación hipotecaria que relaje la situación. Más y mejores productos y un mayor control sobre los intermediarios fueron las principales demandas al Ejecutivo, que ya prepara una ley para favorecer el salto de los créditos a tipo variable a los mixtos.