Uno de los primeros problemas con que se topó la Cuenca Atlántica fueron laborales, algo que su director general explica que «siempre es difícil» el traspaso de personal desde un sistema estatal a otro autonómico. La entidad ya acumula dos amenazas de huelga en su corta existencia, pero Juan Carlos Camas confía en alcanzar un «equilibrio» junto a los sindicatos, empezando por cubrir el evidente déficit de personal de la Agencia Andaluza del Agua en la provincia. Para ello, confirmó la aplicación de un «plan de choque» en el que se suprimen las horas extra como «un hecho estructural» de la jornada laboral. El futuro de los 24 colaboradores sociales parece más complicado, mientras la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) estará aprobada antes de final de año.