![Sebastián Castella abre la puerta grande en la primera de la Feria de Algeciras](/jerez/pg060623/prensa/fotos/200606/23/078D5CA-TOR-P1_1.jpg) TEMPLE. El diestro galo cautivó a los aficionados congregados en la Plaza de Algeciras en sus dos toros. / EFE |
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LA FICHA |
Toros de Antonio Gavira, bien
presentados, astifinos primero, segundo, tercero y quinto; primero y sexto sin transmisión aunque nobles, los cuatro restantes.
Francisco Rivera Ordóñez,
ovación y vuelta al ruedo tras
petición de oreja.
Sebastián Castella, una oreja y
una oreja.
Salvador Cortés, ovación y
silencio.
La plaza registró un tercio de
entrada en tarde soleada.
Julio Benítez: dos pinchazos y estocada (ovación tras un aviso); y pinchazo, estocada casi entera y dos descabellos (silencio tras un aviso).
Eugenio Pérez: estocada (una oreja); y pinchazo hondo (una oreja).
Cayetano Rivera: pinchazo y estocada (una oreja); y pinchazo, media y dos descabellos (silencio tras un aviso).
La plaza registró casi media entrada en tarde de nubes altas. |
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Los aficionados apenas han tenido que esperar. A la primera de la Feria de Algeciras se abrió la puerta grande, gracias al triunfo del francés Sebastián Castella, que con el par de faenas encadena dos salidas a hombros consecutivas, después de la que protagonizó en Alicante, en la Feria de San Juan, el pasado miércoles.
Al margen de la gran actuación del matador galo, sólo hubo decepciones. Rivera Ordóñez tuvo un primer toro sin transmisión por lo que no pudo lucirse. Sin embargo toreó a gusto a su segundo en una faena que tuvo calado y aplomo, trazo templados en los muletazos y que remató de una soberbia estocada. A sus dos toros los banderilleó con facilidad.
Castella ganó la Puerta Grande porque supo hacerle las cosas bien, colocarse donde el toro se arranca, sin importarle donde le pone los pitones.
Su primero tuvo buena acometida por el pitón derecho y lo toreó muy bien en series muy ceñidas en una faena que comenzó con su acostumbrado pase cambiado. La faena al quinto, un bravo ejemplar, fue vibrante, arrimándose sin mover las zapatillas en muletazos por ambos pitones. Esta segunda faena dejó las primeras grandes estampas de la feria algecireña de 2006
Salvador Cortés pudo haber cortado la oreja del tercero tras una faena clásica donde sobresalieron series al natural, bajando la mano. Pero un feo espadazo hizo enfriar a la gente. El sexto fue otro toro sin conexión con el que nada resolvió el sevillano.