Las reformas de los estatutos de Andalucía, Baleares y Aragón serán, por este orden, las próximas que tramitará el Congreso, pero a partir del próximo periodo de sesiones. El proyecto andaluz es la primera reforma en la línea de salida para su debate en las Cortes, puesto que ya ha sido tomado en consideración por el pleno de la Cámara Baja. En septiembre, se constituirá la comisión mixta con diputados del Parlamento autonómico y representantes del Congreso, y los grupos parlamentarios tienen previsto que pueda ser sometido a referéndum en febrero.

La tramitación de la reforma andaluza se prolongará alrededor de dos meses, un tiempo en el que las delegaciones de ambas cámaras constituirán la ponencia con presencia paritaria para negociar las enmiendas de los grupos. A continuación se debatirá el dictamen, con los cambios acordados, en la Comisión Constitucional, en la que de nuevo el Parlamento andaluz y el Congreso tendrán una representación al 50%. El texto pasará al pleno para ser votado y continuar en el Senado.