Las cuatro compañías líderes del sector de la exhibición en España se han rebelado contra la multinacional Buenavista-Disney por las «duras» exigencias económicas de la distribuidora norteamericana. Cinesa, Cinebox, Yelmo y Ábaco, grupos propietarios de 1.200 salas de cine, es decir, el 30% de los cines en España, no proyectarán el último producto de la firma, Scary Movie 4, que hoy debía llegar a las carteleras españolas.
La razón que aducen es que la major estadounidense pide más del 50% de la recaudación por taquilla. Estas cuatro em-presas no están dispuestas a pagar el citado porcentaje y, por el momento, no proyectarán esta comedia dirigida por David Zucker.
Cinesa, Yelmo, Cinebox y Ábaco aseguran que es una «coincidencia» que las cuatro cadenas estén en la misma situación y que la decisión no es una «acción coordinada», sino que se ha tomado individualmente y al margen de la Federación de Cines de España (FECE), la asociación que les representa.
Esta medida se produce un mes y medio después de la resolución y las sanciones que el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) dictó contra la situación de cartel completo de las cinco majors por prácticas restrictivas, al imponer precios, salas, porcentajes, descuentos y tiempos de exhibición en un contexto de total «asimetría en el poder de negociación entre distribuidores y exhibidores», tal y como establece la resolución. La FECE calificó de histórica esta decisión judicial que im-puso una multa de 2,4 millones de euros a cada una de las cinco grandes distribuidoras estadounidenses.
Estrenos en peligro
Los cuatro grupos de exhibición, que en cuanto a número de espectadores representan el 45% del mercado, están ne-gociando con Disney, con la que «esperan y desean» alcanzar un acuerdo. En principio, no entra en la programación de sus cines la cuarta entrega de Scary Movie, pero también se podrían ver afectados dos inminentes estrenos del gigante norteamericano: Cars y Piratas del Caribe II.
Las compañías alegan que han tomado esta medida «para sobrevivir económicamente. El número de espectadores ha bajado mucho, hay que negociar mejores condiciones económicas, rebajar el porcentaje, porque las salas están en peligro. Seguimos hablando con Disney y nuestro deseo es alcanzar un acuerdo»,