La actriz Nicole Kidman celebró ayer su 39 cumpleaños en Sydney junto a su familia y su novio, Keith Urban, con quien contraerá matrimonio el próximo fin de semana. Kidman dijo a los periodistas, que se encuentran acampados ante su vivienda desde que llegó a Australia, que pasaría la jornada en casa y cenaría con su madre. La prensa australiana asegura que Kidman y Urban, músico de country nacido en Nueva Zelanda, pero que creció en Australia, se mantendrán alejados de la prensa hasta el día del enlace, que será tradicional. El padre jesuita Paul Coleman, amigo de la familia, en unas declaraciones a la agencia de noticias Catholic News destacó que la boda de la actriz es «una vuelta a casa espiritual», después de que Kidman se casara con Tom Cruise en la Iglesia de la Cienciología. / EFE