La Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía asegura que el menor jerezano que falleció en un centro tutelado de Málaga la pasada semana, al parecer, en la piscina, ingresó allí por orden judicial y no por iniciativa de la administración pública, «todo ello previa denuncia realizada por los propios menores».
La Junta de Andalucía asegura que «ante las dudas que este caso determinadas organizaciones parecen tener sobre el sistema de protección, es evidente que no ha lugar a crear alarma social ante situaciones tan fundamentadas». La administración autonómica explica que Agustín estaba en este centro separado de su hermano «porque el perfil se ajustaba al de los menores ingresados en el centro psicopedagógico especializado Dulce Nombre de María», situado en la localidad de Pedregalejo. Además, este ingreso se efectuó, «como es perceptivo, con la correspondiente autorización judicial».
Al parecer fue la propia madre la que pidió el cese de la convivencia con su hijo en el mes de agosto de 2005, cuando ya estaba iniciado el proceso de reinserción del menor en la familia. Es entonces cuando la Delegación Provincial para la Igualdad y Bienestar Social, «en interés del menor, acuerda nuevamente su ingreso en un centro tutelado por la Junta de Andalucía».
Sobre la custodia
Con respecto a la recuperación de la custodia del menor por parte de la madre el mismo día que el pequeño, que cumplía trece años el próximo mes de septiembre, encontraba la muerte en la piscina del centro tutelado malagueño, la Junta de Andalucía argumenta que «no responde más que a una sentencia de divorcio en cuyo fallo se deja bien claro que se podría realizar la modificación de la guarda cuando así lo acuerden los Organismos de Protección de Menores». Esto ocurrirá «siempre que estos aprecien la idoneidad del cambio de guarda y en la forma más beneficiosa para los niños. Por lo tanto, no es una recuperación de la custodia automática».
Ante todo, la Administración autonómica «considera muy triste este desafortunado hecho y se encuentra a la espera de los resultados de la autopsia para conocer los extremos que han provocado el fallecimiento».
El menor falleció el pasado 9 de junio cuando, después de una actividad deportiva que Agustín compartió con sus compañeros y que estaba vigilada por monitores del centro, uno de los alumnos avisó de que había uno en el suelo de la piscina y que no se movía. La madre tuvo conocimiento de la muerte poco tiempo después del suceso.