No parecía que era Luis Aragonés el triunfador en el duelo de entrenadores. Su gesto serio, distante, fue la prolongación del genio que rumió en el banquillo. No le gustó lo que los suyos dieron de sí en la primera mitad, «porque nosotros no jugamos así» y salvó un peligroso 'match point' al hacer buena la entrada en liza de Raúl y Cesc. Del capitán madridista apenas habló, aunque destacó que su certeza «nos dio alma para lograr la remontada. El primer gol nos vino muy bien y eso fue un picardía de Raúl». Del organizador del Arsenal opinó algo más. «Ha cogido muy bien la manija del equipo y nos ha llevado a hacer el juego que en nosotros es habitual».

El técnico de Hortaleza hizo buenos sus vaticinios de problemas al entender a Túnez como un rival inferior, pero no exento de veneno. «Yo sabía que eran complicados porque sabe contragolpear y tiene un centro del campo muy poderoso. Nos han sorprendido con un gol y eso, más que daño, nos ha afectado psicológicamente por nuestra juventud, porque somos un equipo muy joven. Además, no hemos estado acertados en el planteamiento del primer tiempo, con Xavi y Senna dando constantes balones en largo, demasiado directos y largos. Jugar al pelotazo no es nuestro fútbol», apuntó.

Aragonés había pasado una mala víspera de partido. Tras los parabienes de la goleada a Ucrania, el entorno español se antojaba idílico hasta que se destapó un conato de amotinamiento de sus hombres más veteranos, algunos de los cuales no han encontrado acomodo en el 'once' idóneo del seleccionador. Raúl estaba en el ojo del huracán y el 'sabio' de Hortaleza amenazó a los enviados especiales que convirtieran en un culebrón algo que él desautorizó. Si el técnico activaba al '7' iba a tener su ración mediática. Algunos lo entenderían como un plegado del velamen al poder de la estrella 'merengue'. Otros, quizá los menos, verían en la maniobra la idoneidad entendida por el entrenador.

El caso es que se produjo tal circunstancia y fue el madridista, que había entrado en cancha junto a Cesc, el que abrió la lata tunecina. «En el descanso hemos hablado de lo que no se estaba haciendo bien y los cambios nos han ayudado. Pero, la revolución es de todos. Cesc ha demostrado que puede liderar un equipo, algo que ya sabíamos. Y a Raúl tampoco le va a descubrir nadie sus cualidades a estas alturas. En la segunda mitad también sacamos a Joaquín por la banda derecha para presionarles por ahí y porque sabíamos que ellos tenían una tarjeta en esa banda. Pero nos adivinaron las intenciones y también sacaron ellos a otro jugador para defender esa zona».

Entre quienes repitieron en la alineación inicial, Aragonés volvió a referirse a Fernando Torres. «Sigo pensando, como dije hace días, que éste puede ser su Mundial. Torres cada día adquiere más gol. Tiene una velocidad y una fuerza impresionantes, unidas a una gran técnica. Sólo le queda pulir un par de cosas y él lo sabe. Pero puede ser el 'descubrimiento' del Mundial, señaló con convicción.

«El que lo merezca»

Clasificada España ya para octavos de final de la Copa del mundo, posiblemente como primera de grupo, es tiempo de las cábalas para visualizar a su próximo rival. «Primero tenemos que acabar bien el viernes contra Arabia Saudí en un partido en el que habrá novedades. después, me da igual quién nos toque, entre otras cosas porque no está en nuestras manos. Francia es una selección veterana que sabe competir muy bien; Suiza es como nosotros, un equipo joven; Corea corre a por todo. Lo importante es que, contra el que sea, seamos capaces de sacar nuestro fútbol, en el que confiamos y con el que nos sentimos fuertes. Que venga el que sea, el que se lo merezca».