Cinco siglos de pintura resumidos en 57 piezas magistrales. Eso es lo que ofrece la exposición De Cranach a Monet. Obras maestras de la colección Pérez Simón, que los Príncipes de Asturias inauguraron ayer en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, junto a la baronesa Thyssen, Carmen Cervera.
Es la primera vez que se exhibe en Europa una selección de esta excepcional serie que ha atesorado en las últimas cuatro décadas el empresario mexicano de origen español Juan Antonio Pérez Simón. Supera el millar de piezas, es una de las grandes colecciones privadas de arte occidental de América Latina y no tiene nada que envidiar a la colección Thyssen, junto a la que se exhibe hasta el próximo 10 se septiembre.
Tanto, que bien cabría considerala como una hermana mexicana de la colección Thyssen, dadas las afinidades entre ambas.
Autores
Cranach, Rubens, Brueghel, Canaletto, Tiépolo, Goya, Corot, Monet, Cézane, Gauguin, Pisarro, Renoir o Van Gogh son sólo algunos de los maestros incluidos en la selección. La elaboraron conjuntamente el hasta hace poco conservador del museo Thyssen, Tomás Llorens, y la mexicana Roxana Velásquez, comisaria de la muestra, conservadora de la colección Pérez Simón y directora del Museo Nacional de Arte de México DF.
La serie y la selección que recala en España en su primer salto a Europa recorren más de cinco siglos de historia del arte, de los maestros del siglo XIV hasta mediados del XX.
Uno de sus platos fuertes es la colección de arte victoriano, sin duda la más importante del mundo fuera de las fronteras del Reino Unido, como ponía de manifiesto en la presentación el conservador del museo Thyssen, Guillermo Solana.
Las joyas
Todas las piezas son excepcionales, aunque destacan algunas realmente singulares como La Caridad y San Jerónimo escribiendo en un paisaje rocoso, ambas de Lucas Cranach, El Viejo; San Juan Bautista predicando en el desierto, de Pieter Brueghel II; La Virgen con el Niño bendiciendo, de Pedro Pablo Rubens; el Retrato de doña María Teresa de Villabriga y Rozas, de Francisco de Goya, la única de este pintor en México y la exclusiva pintura española de la selección, aunque el colección hay murillos, españolestos y hasta 10 sorollas; un paisaje de Antibes de Claude Monet; tres óleos de Camille Pisarro y uno de Latour; el Retrato de Lucie Bérard, de Pierre-Auguste Renoir; Los laureles rosas de Vincent van Gogh, o la Venus Verticordia, un pastel de Dante Gabriel Rosetti fechado en 1867.
La 57 pinturas se han distribuido en siete espacios que se recorren en orden cronológico: Escuelas italiana y alemana de los siglos XIX-XVI; Escuelas flamenca y holandesa del siglo XVII; Escuelas italiana, flamenca, francesa y española del siglo XVIII; Academicismo y Realismo (siglo XIX): Escuela victoriana (siglo XIX), e Impresionismo y postimpresionismo. La colección se conserva en la ciudad de México. Carece de una sede estable y reparte sus piezas por distintos edificios del vasto grupo empresarial de Pérez Simón.
Con todo, ya está en marcha el proyecto de diseño y construcción de un edifico que albergue el millar largo de pinturas, esculturas, estampas, grabados, manuscritos y piezas de artes decorativas. Conocida también como la colección JASP -las iniciales de su creador y de la fundación que la gestiona: Juntos Actuado por la Superación- comenzó a crearse a principios de los setenta.
La fundación persigue, además de la conservación, el estudio y difusión de la colección, impulsar el desarrollo de proyectos culturales y de creación artística y actúa en el campo social con la concesión de microcréditos. «Como la Thyssen, la JASP es un ejemplo de fortuna puesta al servicio de la comunidad», apuntó Guillermo Solana.