El Partido Popular tiene previsto acordar, en la reunión de su comité ejecutivo provincial que se celebrará hoy, la pérdida automática de afiliación de los tres concejales de esta formación en Chiclana que habían sido expedientados. Estos son la actual portavoz del grupo popular en el Consistorio y anterior candidata a la Alcaldía, Rosario Mateos, así como los otros dos concejales que habían recurrido el último congreso local, Beatriz Verdugo y Rafael Manzorro.

Con esa decisión el órgano interno del PP provincial «atiende las peticiones realizadas por el PP de Chiclana, al comprobar que las alegaciones efectuadas por estos tres ediles al expediente que el partido les abrió, por no abonar las cuotas que les corresponden como cargos públicos, no están fundadas».

Esta resolución, esperada e incluso anunciada desde hace días por el presidente provincial del Partido Popular, Antonio Sanz, está basada oficialmente en «el incumplimiento de las obligaciones que marcan los estatutos del partido al no pagar las cuotas desde hace más de un año», pero también se fundamenta en una serie de declaraciones contra las direcciones local y provincial de la formación a cargo de los tres afiliados expulsados.

Así, a partir de ahora y tras su pérdida de la condición de militantes del PP, tanto Verdugo como Manzorro y Mateos «dejarán de ser automáticamente representantes del Partido Popular» y por ende dejarán de formar parte del grupo municipal popular en el Ayuntamiento chiclanero.

De igual forma, desde la dirección de este partido se ha reiterado en distintas ocasiones que tras la pérdida de condición de afiliados se les solicitaría a los tres ediles su acta como concejal. No obstante, los ediles chiclaneros han reiterado en varias ocasiones su negativa a «entregar un acta que no nos dío el PP sino todos los chiclaneros», en palabras de la propia Beatriz Verdugo.

Habrá que esperar ahora el devenir de los acontecimientos, pero todo apunta a que en los tres casos los ediles del PP pasarán a ser concejales con la categoría de no adscritos en la Corporación chiclanera; en el caso de la portavocía del grupo, y como ya anunció el propio Sanz hace días, «este papel será desempeñado por otro representante legítimo del PP», que según las primeras informaciones podría ocupar la número cuatro, Teresa Ruiz Sillero.

Lucha judicial

De lo que no cabe duda es de que los tres ediles expedientados y expulsados ahora del Partido Popular continuarán su lucha fuera de la formación.

Incluso, la impugnación del congreso local (que eligió a Nicolás Aragón como actual presidente local de la formación) que fue interpuesta por Beatriz Verdugo y Rafael Manzorro (lista perdedora entonces), sigue adelante pese a que el Comité Nacional de Derechos y Garantías del propio PP no les dió la razón.

Tanto Manzorro como Verdugo han puesto el tema en manos de su equipo de abogados y han anunciado, incluso, que presentarán un recurso ante los tribunales de la justicia ordinaria.