El sueño del Arcos se desvanece por momentos. El día menos esperado, con una grada abarrotada y con todos los sentidos puestos en el importante partido, un muy buen conjunto del Puertollano consiguió lo inesperado, batir al Arcos en su propio feudo.

Un resultado que complica, y mucho, el futuro arcense en la categoría de bronce, ya que el valor doble de los goles fuera de casa obliga a los de Ángel Oliva a marcar, al menos dos goles.

La baja esperada del lateral Marchena complicó los esquemas defensivos de Oliva, que se la jugó con tres centrales y dos carrileros. Evidentemente, la apuesta no dio sus frutos y el Arcos de la primera mitad no se pareció en nada al que ha deleitado por los campos de Tercera en el último tramo.

Los quijotes manchegos vinieron a hacer su partido, que muy pronto pudo encontrar recompensa. En el primer minuto de juego, Luismi ponía a prueba a René, mientras que cinco minutos más tarde Berja comprobar que los reflejos del cancerbero bosqueño estaban calientes.

Mientras, sólo Dani Venegas y Rubén, con disparos desviados ponían mordiente en el área puertollanera. Con un Santaella poco activo, hecho que se notó, en el centro del campo sobresalió la figura del visitante Carlos Sanz, un pelotero como pocos se han visto en la alfombra verde del Barbadillo. Precisamente en una jugada que nacía de sus botas llegó el primer mazazo visitante.

Fue un tanto inverosímil, pues el balón llegó al área sin apenas potencia de un saque de banda efectuado por Gustavo. El balón llegó manso al punto de penalti, donde la cazó Luismi poniendo en ventaja al Puertollano.

Lejos de ir a por el empate, los arcenses no supieron encontrar la marcha adecuada al partido, e incluso Carlos Sanz puso el nudo en la garganta a los aficionados arcenses con sendos disparos. Por parte arcense, Zurdo en una falta lejana volvió a dar muestras de su potencial a balón parado.

La decoración cambió por completo en la segunda mitad. Dani Zúñiga, un portento físico, sustituyó a Santaella y Oliva movió sus piezas para colocar a José Manuel, en el lateral izquierdo, pasando Zurdo al extremo.

Con este planteamiento llegaron los mejores momentos del Arcos con oportunidades sucesivas para José Manuel y Dani Venegas, este por dos ocasiones. Con esa actitud el gol no tardaría en llegar y tuvo que ser el goleador Zurdo quien empatase el partido.

La jugada nació en un balón que recuperó Juanjo, centro al área y el extremo que, tras hacer la pared con Rubén Ferradas, se la cruzaba a Rojas en su salida a los 60 minutos de juego. Era el 1-1 y con él el delirio en las gradas, que veía la posibilidad de remontar.

Nada más lejos de la realidad, ya que el Arcos sólo volvió a inquietar la meta visitante con un disparo lejano de Dani Zúñiga bien repelido por el guardameta

Jarro de agua fría

El dominio arcense no se concretaba en ocasiones de gol. Quien sí aprovechó la única de la que dispuso en toda la segunda mitad fue el Puertollano, y el gol llegó como más le duele al Arcos, a balón parado. Falta lateral que saca Carlos Sanz y el recién incorporado Olmos remata, incomprensiblemente sólo, al fondo de las mallas.

A falta de cinco minutos, Dani Venegas, tras excepcional pase de Zurdo, se encontró con la parada a bocajarro de Rojas, en la que fue la última oportunidad de los arcenses para empatar la contienda.

A pesar del adverso marcador, el Arcos sigue soñando con el ascenso e irá a por todas dentro de seis días a Puertollano.