Japón y Croacia ejecutaron ayer en Nuremberg la perfecta demostración de la ineficacia. Los colistas del grupo F, dominado por Brasil y Australia, hicieron honor a su condición y se complicaron la clasificación al neutralizarse con un empate a cero. Sobre el papel, los nipones lo tienen más complicado para pasar a octavos pues tendrán que derrotar a Brasil con la baja por acumulación de tarjetas de su capitán, Tsuneyasu Miyamoto. Por la misma razón, el croata Kovac tampoco podrá enfrentarse en la jornada decisiva contra la selección oceánica.

El duelo Zico-Cico se consumó en un cero-cero. Arthur Antunes Coimbra, 'Zico', y Zlatko 'Cico' Kranjcar asistieron desesperados desde sus respectivos banquillos a la inoperancia de sus jugadores. Dio la sensación de que el encuentro podía haberse prorrogado indefininidamente sin que el marcado se modificara. Las contadas ocasiones se evaporaron bajo el tórrido calor de otra tarde de sopor a horas intempestivas para la práctica del fútbol de élite. La mejor oportunidad fue un penalti fallado a los 22 minutos por el croata Dario Srna. Luego lanzó con rosca más allá de la línea de fondo tres saques seguidos desde la esquina y estrelló contra la barrera un golpe franco. El carrilero diestro no fue el único negado, pero sí al que más se le notó. La otra gran ocasión la firmó siete minutos después Niko Kranjcar con un trallazo desde fuera del área que se estrelló en el larguero. Hijo del entrenador croata, el media punta del Hajduk Split fue el jugador con más clase del encuentro. De gran técnica y con un tiro demoledor, perpetúa la saga de los creadores arlequinados al estilo de Asanovic o Prosinecki, que andaba gordo y cojo por Nuremberg con una credencial de prensa. También les recuerda en esas aparentes indolencia y desgana tan irritantes para los compañeros, más cuando se trata del hijo del jefe. La FIFA, más atenta a los aspectos comerciales, prefirió destacar como mejor jugador a Hidetoshi Nakata, conocido como el 'Ronaldo del Sol Naciente'. En Alemania disfruta de una suite a su disposición en un hotel berlinés al margen de la concentración y en el terreno también va por libre con los aires que luce cuando posa para Vogue o desfila con Versace. Tras siete años en el fútbol italiano, donde llegó de la mano del mánager de las Spice Girls, ahora juega cedido por la Fiorentina en el Bolton. Y se lleva los premios honoríficos de partidos para el olvido, como el perpetrado en Nuremberg por dos equipos inofensivos. 0 0