Cuantos acudimos el pasado martes a la conferencia de Ramón Jáuregui en el Aula LA VOZ tuvimos la impresión de asistir a una lección de historia actual a cargo de un protagonista privilegiado que, desde luego, supo contar lo que quería, pero ni una palabra más de cuanto se intuye que se cuece o se ha cocido en este crucial asunto de la paz.
Historia Actual es la disciplina del director del Aula, el profesor de la UCA Julio Pérez Serrano, y el foro que este periódico le ha encomendado, y que recién empieza a andar, cumplía con su presencia su objetivo de agrandar el foco informativo cotidiano, contextualizar la actualidad y ampliar los horizontes del debate ciudadano con la contribución de personalidades de primer nivel.
De la conferencia de Jáuregui se desprende que estamos ante una complejísima partida que se juega a la vez en varias bandas, con muchos lenguajes, señas y guiños que hay que interpretar de acuerdo con diversas claves, en su mayoría ocultas; un proceso cargado de peligros y de ruidos pero que, sobre todo, no puede salir mal. Memoria, prudencia, unidad y firmeza son para él las claves del éxito. Su actitud, pese a tanto dolor, tanto sufrimiento, es serena y equilibrada. «La paz definitiva es posible sin odio ni venganza», aseguró.