Dos mil años de cristianismo no han podido eliminar del todo los vestigios de la tradición pagana clásica y judía en ciertos aspectos y costumbres que aún perviven en nuestra sociedad occidental. Tanto es así que la sede principal de los cristianos es Roma y no Jerusalén, origen de esa religión. Igualmente, la Biblia incluye el Antiguo Testamento, la historia del pueblo judío. La pagana Roma y el judaísmo están indefectiblemente unidos al cristianismo.
Por eso, todavía, podemos percibir en el día a día, de forma imperceptible, muchos detalles de la cultura pagana y de la judía en algunos aspectos que nos rodean, como por ejemplo en la publicidad y etiquetado de vinos y brandies de Jerez.
Los dioses de la mitología clásica más representados en el etiquetado son Baco, por supuesto, y Hércules, esta última muy relacionada con Cádiz y Andalucía. De Baco podemos destacar la bella y colorista careta adornada de pámpanos diseñada, nada menos, que por Leonetto Capiello para Valdespino, como también el joven Baco bajo las cepas en el cartel que para Marqués del Mérito realizó Federico Ribas. Y no hay que olvidar la imagen que las bodegas del Dios Baco refleja sutilmente del cuadro de Caravaggio en sus vinos del mismo nombre, ni tampoco como Sánchez Romate utilizará la pintura de Los borrachos de Velázquez para sus vinos, donde un trasunto de Baco centra la composición.
En este aspecto no hay que olvidar que hasta finales del XIX las bodegas Domecq ostentaban sobre la puerta principal de los jardines de Puerta de Rota la figura de Baco que más tarde sería sustituida por un Sagrado Corazón obra de Chaveli.
El otro miembro de la mitología, Hércules, lo podemos ver dando nombre y ostentando sus rasgos más distintivos en etiquetas como en el fino Río Uno de Barbadillo, y el amontillado Vicente Romero, ambos de Sanlúcar, también en tres cortados de Sancho Hermanos, del Puerto, y en el Old Quinado de González Barba entre otras. El lema de Herakles, Non Plus Ultra, lo recogerá Sánchez Romate para su vino N.P.U.
Pasando a Roma nos podemos encontrar la figura de Julio César en la etiqueta de un vino ferruginoso quinado, o bien Trajano dando nombre a la manzanilla sanluqueña de Vicente Romero y representado con el perfil de una moneda antigua. Sánchez Romate da nombre de César a varios de sus tipos de vino, como C. del Pino al amontillado Pretoriano, y Marqués del Real Tesoro a un brandy Gladiador, tomando la figura de un famoso cuadro de tipo historicista de finales del XIX.
Los personajes de la religión judía no son ajenos en el etiquetado de los vinos del Marco del jerez, pero en este caso su representación se hace, sobre todo, con la grafía de su nombre, y en muy pocas ocasiones se les recrea su imagen. Así tenemos los vinos Noé y Matusalem de González Byass, o Salomón a un amontillado de las bodegas de José María Cotro.
Los más curiosos son los marbetes de los vinos que bajo control rabínico elaboran Vinícolas Jerezana con el nombre del famoso rabino afincado en la España medieval, Alfansi. Con líneas y formas geométricas recrean su rostro.
Finalmente, el más interesante de todos por el elemento erótico es el vino Covadonga de Real Tesoro, que representa en un antiguo grabado al Noé desnudo bajo una parra descubierto por sus hijos.