El portavoz del PP en el Parlament de Catalunya, Francesc Vendrell, cree que los resultados "no son positivos", porque apuntan que el nuevo proyecto de Estatut contará con un apoyo mucho menor del que tuvo el vigente, el Estatut de 1979, que fue refrendado por el 54% de los catalanes.
El vicepresidente de ICV Jordi Guillot ha celebrado en la sede de este partido la victoria del sí, pero ha alertado de lo que ha calificado como "bajísima participación". El presidente de la formación, Joan Saura, cree que "ha faltado participación" porque "cuando los partidos se pelean y no se hace una propuesta unitaria se puede perder gente".
Por su parte, el secretario de acción electoral y director de la campaña de CiU, David Madí, ha destacado la victoria "arrolladora" del sí y ha atribuido el bajo nivel de participación a, entre otros factores, la "crisis institucional sin precedentes" del gobierno catalán.
El primer secretario del PSC, José Montilla, ha llamado la atención sobre la "clara y contundente" victoria del sí y la "formidable derrota" del no, pero ha evitado pronunciarse sobre la eventual baja participación de la consulta.
Quien si se ha pronunciado a este respecto ha sido el coordinador Ejecutivo de Política Institucional y Reforma del Estado de Izquierda Unida, Félix Taberna, que considera que esta baja participación debería llevar a adoptar "medidas y reformas constitucionales" que faciliten esa participación.
La secretaria de Comunicación de Eusko Alkartasuna, Onintza Lasa, ha ido más allá al decir que los partidos catalanes deberán reflexionar "sería y rigurosamente" sobre el hecho de que más de la mitad de los ciudadanos haya decidido no votar.
La visión más optimista la ha dado el secretario de Organización y Coordinación del PSOE, José Blanco, al asegurar que "sólo hay un perdedor". "Los dirigentes del PP y su estrategia de crispación y división entre los españoles", ha resumido el dirigente del PSOE.
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, ha dicho que los partidarios del sí tienen motivos para estar "satisfechos" por haber ganado "claramente", pero que deberán trabajar para "atraer a la causa" a los "indiferentes" que no han acudido a votar en el referéndum del Estatut .