Rafael Orbaneja (Málaga, 1974) tiene en su bloc de tareas pendientes la reapertura del histórico Cortijo Faín; la construcción del nuevo hotel con spa; la puesta en marcha definitiva del campo de golf y la venta de una promoción de 500 viviendas. Sostiene que el proyecto que dirige, por su planteamiento, sus instalaciones y sus servicios, «es único en Europa». «El mercado pide planteamientos inteligentes, que respeten y sean respetados por todos», señala en el tapas-bar de Cortijo.
-¿Qué tiene este campo diferente a los que ya hay en Cádiz?
-El proyecto de Landmark, con Gerald Barton a la cabeza, ha sido impresionante. Las calles son el doble de anchas que en un campo normal. Hay 5 o 6 tees de salida por hoyo y los greenes son muy grandes. Eso nos permite un juego muy versátil. Además está el escenario, con Arcos de fondo... y un mantenimiento de alto nivel.
-La construcción de campos de golf para dar valor a las viviendas que lo rodean han dado mala imagen a este tipo de proyectos. ¿Cuál es su opinión?
-La diferencia entre malos proyectos y buenos proyectos están en la forma de hacer las cosas. Aquí hemos creado un campo de alta competición, pensado para acoger torneos internacionales, los más importantes. Hemos hecho una instalación sin pensar en los números, sin la presión de estar pendiente de si vendes viviendas o no. Nos volcamos en tener el mejor campo y ofrecer un servicio de calidad, integrado en la naturaleza, sin masificación, con el interés por hacer las cosas mejor. La construcción de las viviendas y el desarrollo residencial viene después, se construye sobre esa idea. Cualquier persona que entienda de golf puede acercarse y comprobar qué se ha hecho en aquí. La gente que visita este campo queda entusiasmada.
-¿Cree que construir un complejo turístico y residencial es el mejor uso posible para esta zona?
-Este es el proyecto que más valor puede aportar a Arcos. Se ha creado una cantidad de puestos de trabajo brutal, muchos en el pueblo, y en el sector servicios, en los que hay pocas alternativas aún. La densidad de las edificaciones es la más baja de España, con un 5%.
-¿Cuál es el futuro de la Sierra?
-Creo que la Sierra es el futuro. Eso siempre que se respete el valor que tiene. Si la conservamos, irá a más, y para eso todo el mundo, empresarios y políticos, tenemos que estar concienciados.