El empate de Francia en la primera jornada ha levantado una marejada de dudas en la selección gala. No en vano, el equipo de Domenech, el segundo con la edad media más alta, es el único de los cabezas de serie que no ha sumado una victoria en su estreno. Además, después de la triste actuación firmada ante los suizos, ha surgido entre futbolistas y aficionados una ola de desconfianza en torno al estilo y su sistema de juego.

Ambiente de crispación. Allí, mientras se aguarda a que llegue el partido del domingo ante Corea del Sur, Zidane y Domenech, capitán y entrenador, mantuvieron una conversación sobre el campo de entrenamiento que ha sido interpretada como una petición del media punta para tratar de cambiar el rumbo el juego del equipo. Algo que el seleccionador, según lo expresado ayer, no está dispuesto a conceder.

«Con Zidane hablo hasta del tiempo. Tengo la relación normal de un entrenador y el capitán. Pero los equipos sólidos son los que no se mueven con cualquier cambio de viento», dijo el entrenador.