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Miércoles, 14 de junio de 2006
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SOCIEDAD
EDUARD ESTIVILL MÉDICO EXPERTO EN ALTERACIONES DEL SUEÑO
«En una habitación con más de 26 grados es difícil dormir»
«En una habitación con más de 26 grados es difícil dormir»
ESPECIALISTA. El doctor experto en sueño Eduard Estivill. / J. L.
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EL PERFIL
Eduard Estivill nació en Barcelona en 1948.

Es licenciado en Medicina por la Universidad de Barcelona (1973). Es pediatra y neurofisiólogo.

Especialista en el tratamiento de todas las alteraciones del sueño.

Ha publicado varias obras, entre ellas 'Deje de roncar y Necesito dormir. Su libro Duérmete niño: cómo solucionar el problema del insomnio infantil' se ha convertido en un best seller.

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Hay comentarios que estos días no dejan de repetirse y que aluden al calor, a un verano que se ha adelantado o a un año que se ha quedado sin primavera. En las recientes conversaciones se han colado frases relativas a lo mal que se duerme en esta situación. De hecho, se estima que a partir de los 26 grados ya no descansamos igual. El sueño es de peor calidad, lo que puede redundar en nuestra actividad diaria. «Necesitamos dormir para estar despiertos» asegura Eduard Estivill, neurofisiólogo y experto en las alteraciones del sueño, quien recuerda que «el sueño es la fábrica de nuestro día».

-¿Cómo repercute la temperatura ambiental en el cuerpo humano?

-Lo que sabemos seguro es que el cuerpo tiene una temperatura durante el sueño y otra durante el día. A lo largo del día tenemos una temperatura rectal de 36,7 grados, mientras que hacia el atardecer el cuerpo se va enfriando y hay un descenso de cerca de medio grado de temperatura, con lo cual bajamos a 36,2 grados. Lo que sucede es que si hace un frío o un calor extremo, este ritmo biológico se ve afectado y se producen cambios en la estructura del sueño: básicamente, se vuelve más superficial, y se registran microdespertares, lo que significa que sin darnos cuenta nos despertamos y el cuerpo pasa a una fase más superficial.

-¿Y qué hacemos con un calor como el que soportamos los últimos días?

-Es aconsejable, siempre, mantener una temperatura constante en las habitaciones, que estaría entre los 18 y los 23 grados.

-¿A partir de qué temperatura surgen los problemas para conciliar el sueño?

-Depende de cada uno, pero si tenemos más de 26 grados en una habitación el sueño se altera.

-Los que carezcan de aire acondicionado, ¿qué medidas pueden adoptar para paliar esta situación?

-Lo que hemos de hacer es conseguir que el cuerpo se adapte al máximo a esa situación. En el caso del frío lo logramos tapándonos o con un pijama más grueso. En el caso del calor, es preferible tener un ventilador de techo a un aparato de aire acondicionado, porque a veces puede afectar a la humidificación de las vías respiratorias. Es más aconsejable el aire natural, pero también hay otros problemas, si abrimos las ventanas, con el ruido externo el sueño se vuelve más superficial. Cuando el calor es realmente fuerte nos podemos mojar un poco la nuca con agua al acostarnos y espolvorear la almohada o el pijama. Se trata de refrescarse para conseguir más calidad.

-Estos días, en el interior de algunas casas, sobre todo en últimos pisos o buhardillas, se han llegado a medir incluso 30 grados.

-Hay que conseguir airear la habitación. Pero a partir de 30 grados no conseguiremos dormir.

-¿Cómo afecta una mala noche en nuestro organismo?

-El sueño es la fábrica de nuestro día. Hay procesos de reparación y restauración mientras dura. Estas personas al día siguiente están más irritables, les cuesta concentrarse y tienen más posibilidades de tener problemas de ansiedad. Además de repercusiones físicas, la inmunidad más baja y tendencia a los resfriados y afecciones víricas.

-¿Qué hacemos con los bebés?

-A ellos les pasa exactamente lo mismo que a nosotros, pero con más riesgo porque tendemos a sobrecalentarlos. Hemos de pensar que un bebé tiene el mismo frío o calor que nosotros, por lo que lo mejor es que hagamos con ellos lo mismo.

-¿La alimentación influye?

-Para tiempos de calor se recomienda comer ensaladas, verduras y derivados lácteos además de beber mucho líquido.

-Además de un sol de justicia, los últimos días ha soplado viento Sur.

-No hay documentación científica de cómo puede influir, pero sí es típico oír que donde sopla mucho viento Sur la gente suele estar más alterada.



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