El Pleno del Ayuntamiento de Arcos debatirá en sesión extraordinaria mañana el reglamento regulador del servicio del taxi en la localidad. La celebración de éste ha conseguido paralizar las movilizaciones que llevaban a cabo unos cinco taxistas de la localidad, en protesta por el citado reglamento, pero han encendido al grupo mayoritario que ha comenzado a dejar de prestar servicio. Ayer por la tarde era imposible coger un taxi en la parte más alta del pueblo, y el paro se extenderá, al menos, a todo el día de hoy.
Además, el colectivo de la zona alta ha anunciado que mañana se personará en el Pleno municipal acompañado de familiares y vecinos que quieran apoyarlos.
Colectivo dividido
El servicio del taxi arcense se encuentra dividido, los taxistas de la zona alta y los de la zona baja viven en plena disputa por defender cada uno sus intereses. Los de la zona baja reclaman libertad de parada para poder optar a un mercado mucho mejor que el de donde desempeñan su función. Los de la alta consideran que las licencias de los anteriores fueron más baratas, hasta cuatro veces menos, que las suyas y que cada uno debe ejercer en el lugar para el que adquirió su derecho.
La alcaldesa de Arcos, Josefa Caro, dejó claro ayer que el Ayuntamiento «no se posiciona a favor de ninguna de las partes» y señaló que «no se puede mantener esta situación de enfrentamiento». Además consideró que «por encima de los intereses particulares de unos y otros, el servicio de taxis es un servicio público y no se puede permitir que los ciudadanos estén sufriendo una mala atención».
Entre las deficiencias del taxi en Arcos, la alcaldesa destacó que el servicio telefónico está mal gestionado, que los fines de semana hay una desorganización enorme y no hay taxis disponibles o que algunas zonas del municipio no son cubiertas.
Las tarifas son otro de los motivos de queja de los ciudadanos porque por un mismo trayecto unas veces pagan un precio y otras otro totalmente diferente. En este sentido una vecina, Mercedes, nos comenta: «a mi me ha llegado a cobrar algo distinto incluso el mismo taxista y dos días seguidos, y, encima, cuando le dices algo te responde que depende de los bultos que lleve, algo que es inexplicable».