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Miércoles, 14 de junio de 2006
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Las Operaciones Halcón y Karlos
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A lo largo de estos días no paran de multiplicarse en diversas cadenas de televisión estatales diversos programas especiales, con un enfoque un tanto sensacionalista, sobre las conocidas Operación Halcón y Operación Karlos. Evidentemente ambas operaciones debe ser analizadas y debatidas por los profesionales de los medios de comunicación, ya que en esta zona nunca se había desarticulado un entramado de semejantes características. El problema está en el trato que se le está dando. El hecho de que la familia Janeiro se haya visto envuelta en todo esto ha generado un circo grotesco en torno al asunto.

Sorprende sobremanera que una mujer como María José Campanario, que tiene dinero para dar y regalar (no por su trabajo sino por ser esposa de quien es), haya intentado estafar a la Seguridad Social cuando ella podría perfectamente pasarle una pensión superior a su madre de por vida y sin necesidad de engañar a nadie. Ese es el principal motivo de que «la Campa» caiga tan mal junto a su prepotencia, además de que «la Esteban» pesa, y mucho.

De todas formas, y al margen de todo esto, volviendo a la idea de que sendas operaciones son notablemente importantes, creo que debería tratarse con más respeto el asunto. Probablemente esto no se haya acabado aquí, sólo espero que si tiene que caer algún político que así sea y que a nadie le tiemble el pulso ante esto.

Asimismo, también me parece un tanto lamentable que se entremezclen en estos oscuros negocios a personajes que, pueden caer mejor o pero dentro de la sociedad andaluza, no han sido, hasta el momento, ni siquiera llamados a declarar.

En cuanto a la «persecución» que ha comenzado en torno a los periodistas: me parece que está fuera de todo lugar. Las filtraciones del secreto de sumario son un delito, pero la prensa no tiene por qué revelar sus fuentes. Así que supongo que como buenos profesionales se acogerán a su derecho cosntitucional de no dar a conocer las fuentes por lo que la presión policial, si la hay, sólo puede llegar a convertirse en acoso. Desde aquí yo le diría al señor juez del Jusgado de Instrucción número 2 de Jerez que investigue las filtraciones por otro lado, que el problema lo tiene él y no la prensa y que los deje en paz. Sólo hacen su trabajo lo mejor que puede: informar a nosotros, los ciudadanos, de que es lo que pasa.

Isabel Novales. Jerez



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