Desde luego lo que ocurrió ayer en Granollers fue absolutamente vergonzoso.Vivimos en un país donde la libertad ideológica y de expresión deben ser unos claros referentes que no podemos obviar. Por ello, que un grupo de radicales independentistas catalanes se dedicara ayer a insultar a Piqué y a Rajoy, e incluso intentaran agedirlos, me parece uno hecho totalmente condenable y fuera de lugar.
Personalmente no me siento próximo a la idelogía del Partido Popular pero jamás se me pasaría por la cabeza agredirlos porque sostengan una argumentación sobre un determinado tema que no me guste. A ellos no les gustará el mio y punto, pero de eso se trata: de hablar e intercambiar posturas ya que así nos hacemos más ricos intelectualmente hablando.
Los jóvenes que llevaron a cabo estos actos en Cataluña no tienen cerebro, algo que parece obvio, o lo poco que les queda lo tienen para rellenar el cáneo que aguanta el denso cabello que poseen.
No sé, pero estos personajes que se dicen llamar nacionalistas y de izquierdas son todo menos eso. Defender la independencia de una zona de España (algo totalmente irreal a estas alturas)se debe hacer con argumentos, nunca con la violencia y si tienen algo de razón en aquello que defienden (que lo pongo en duda) la pierden con estas actitudes de niñatos caprichosos descontrolados. Me recordaron a aquellos supuestos militantes del PP que golpearon a José Bono e insultaron a la gran Rosa Díez en una manifestación.
Y es que la diferencia entre unos y otros no existe. Cuando se es radical, da igual el bando en el que te encuentres: eres un peligro que incluso daña a la propia ideología que dices defender.
Angustias Romero. Jerez