La lucha contra el paro se ha convertido en el caballo de batalla de la delegación de Formación y Empleo, «un objetivo primordial», según asegura su responsable, Rosario Rodríguez, y que tiene en la recuperación de antiguos oficios hoy desaparecidos el vivero perfecto para reducir las cifras del paro.
Cuatro son los departamentos en los que incide la delegación para erradicar esta lacra que afectan sobre todo a las mujeres mayores de 25 años: Formación Profesional Ocupacional (FPO), Promoción de Empleo, Gestión de Programas Especiales Ceres y Escuela de Negocios de Jerez, así como otros servicios como el portal yahoraquehago.org o la oficina del Serjil (Servicio Jerezano de Inserción Laboral).
«La formación y la inserción laboral es la finalidad fundamental de esta delegación, y aunque ahora dicha inserción se ha dirigido a sectores como las nuevas tecnologías, la hostelería y servicios o construcción, evidentemente estamos buscando otros sectores otras vías a través de la formación para ofrecer una mayor salida laboral», aseverá la delegada del ramo. «En caso contrario estaríamos confundiendo los objetivos que esta delegación se ha planteado», añade.
Uno de estos subterfugios está en la futura Ley de Dependencia, que pretende que ninguna persona mayor esté desatendido ni ninguna familia pendiente.
Según datos ofrecidos por profesionales en la Gestión de Residencias, en la actualidad hacen falta 11.000 trabajadores en el sector de atención a mayores, a la vez que lamentan la falta de estudios reglados en gerontología.
En este aspecto, Rosario Rodríguez destacó que esta delegación «ya ha puesto en marcha varios cursos dirigidos a la atención de personas con algún tipo de discapacidad, pero la aprobación de esta ley permitirá que la oferta formativa se amplíe en los próximos años, porque el sector está demandando personal cualificado y nosotros ya hemos solicitado los cursos necesarios que hagan aumentar las cifras de inserción laboral en nuestra ciudad, en especial entre las mujeres».
Aunque ya existen escuelas taller en las que oficios como el de guarnicionero, platero u orfebre se han rescatado para el futuro, Rodríguez comenta que se ha disparado la demanda de agentes forestales, carpinteros, entarimadores, ensambladores de muebles, podadores de palmeras y escayolistas: «Se está priorizando en los oficios de siempre. En el caso de los ensambladores de muebles no es sólo por la futura llegada de Ikea a la ciudad, sino porque en esta zona siempre han existido muchas fábricas y tiendas y ahora es necesaria mano de obra».