Levante y Lorca añadieron hoy suspense al final de Liga, ya que fueron incapaces de anotar un sólo gol con el que adelantarse al rival y amarrar así la tercera plaza de la clasificación, última que da derecho al ascenso. De este modo, será imposible que en esta jornada, penúltima de la Liga, se decida qué equipo acompaña al Nàstic y Recreativo de Huelva a Primera División, por lo que tanto el Levante , como el Lorca y el Ciudad de Murcia se lo jugarán todo el próximo sábado.

A pesar de lo soso del marcador, lo cierto es que el partido tuvo todos los ingredientes para ser el mejor de cuantos se han jugado este año en Valencia, ambiente de excepción, la mejor entrada de toda la campaña e incluso un penalti parado por Cavallero en el tiempo de descuento de la primera parte.

Los primeros 45 minutos fueron de claro dominio local, el Levante saltó al terreno de juego con la intención de solventar el partido por la vía rápida y a punto estuvo de hacerlo gracias a dos jugadas a balón parado. Sin embargo, la contundencia defensiva del Lorca en esta primera mitad fue determinante para que los de Mané no obtuviesen ningún fruto de la apabullante posesión ni de sus constantes contragolpes.

El partido dio un giro inesperado cuando, cumplido ya el tiempo reglamentario de este periodo, el colegiado señaló una manos infantiles de Alexis en el área y concedió penalti al Lorca . En una magnífica estirada, el guardameta argentino consiguió desviar el balón lanzado por Sava para mantener la igualdad en el marcador e inmediatamente el colegiado ordenó el regreso a los vestuarios. De camino a la caseta, las insistentes protestas de Mané y su segundo entrenador, Ángel Garitano, propiciaron que el árbitró expulsará a ambos del campo con tarjeta roja directa.

En la reanudación, el encuentro no varió en absoluto su guión, el Levante mantuvo su fuerte presión en el centro del campo y encaraba al rival con decisión al contraataque. De hecho, en los primeros compases del segundo tiempo dispuso de un par de buenas ocasiones elaboradas por Mustaphá Riga, que ganó por rapidez a los defensas rivales. Pese a todo, ninguno de los dos equipos fue capaz de materializar ninguna ocasión. Ambos entrenadores buscaron con sus cambios ganar en rapidez, y pusieron a jugar a todos los hombres de ataque disponibles, pero el gol no llegó desde ninguno de los dos lados.