Cada mañana se levanta a las seis y cuarto para trasladarse hasta Dos Hermanas, donde trabaja de jardinero. Miembro fundador de la Asociación pro Derechos Humanos, Ángel Montoya lucha por la dignidad de su barrio.
- ¿Las personas de su barrio tienen conciencia de su condición marginal?
- Bueno, primero quiero decir que la marginación no existe, lo que existe son los que marginan, pero está claro que muy pocos de mis vecinos tienen conciencia de ello, porque eso que usted llama marginalidad se hereda, y sus abuelos, sus padres y ahora ellos y sus hijos viven en esa marginalidad.
- ¿El Vacie crece día a día?
- Si se refiere a gente que venga a vivir aquí desde otras partes, le diré que no. Eso ya me lo dijo una ex alcaldesa, Soledad Becerril, que me echó en cara que cada vez había más chabolas y yo le pregunté si sus hijos y los hijos de sus amigos se casaban, porque los nuestros sí y está claro que no tienen otro lugar.
- ¿Qué opinión tiene de las políticas sociales?
- Que a nosotros no nos llegan como nos deberían de llegar. Una vez me preguntaron que si había notado diferencia entre la dictadura y la democracia, yo le respondí con una anécdota que ocurrió cuando vivía Franco, que lo llevaban a Los Jerónimos y se equivocaron y acabaron en el barrio. Él preguntó que si había regresado a África y ordenó derribarlo todo. Está claro que el problema no se solucionó, porque al día siguiente ya estábamos aquí. Pero nadie hace nada, y ya van 73 años.