La Guardia Civil asestó un nuevo golpe a los restos de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO). Efectivos del instituto armado detuvieron en la madrugada de ayer en un piso franco de la localidad tarraconense de Reus a los que considera tres últimos jefes de la casi extinta banda terrorista, entre ellos el que desde hace cuatro años era su máximo dirigente, Juan García Martín. Este veterano pistolero supuestamente fue uno de los asesinos de la empresaria de Zaragoza Ana Isabel Herrero el pasado febrero. Con la operación de ayer, la Guardia Civil ha desmantelado tres veces en los últimos seis años a la cúpula de los GRAPO.
Junto al histórico terrorista fueron capturadas Carmen Cayetano Navarro, novia de García Martín y presunta actual responsable de la Comisión de Relaciones Internacionales, y María Aranzazu Díaz Villar, presunta directora del Comité General del Partido Comunista de España Reconstituido (PCE-r, brazo político de los GRAPO). Los tres activistas, que dormían, no opusieron resistencia.
Material para falsificar
Los agentes -que contaron con el apoyo de la Policía Nacional, Mossos d'Esquadra y Policía Local- se incautaron de documentación, documentos falsificados, material para falsificar, tres ordenadores y «una considerable cantidad de dinero». Según el Ministerio del Interior, la captura de los sospechosos, que fueron trasladados a Madrid, ha llevado cuatro años de investigaciones bajo la coordinación del titular del Juzgado Central de Instrucción número dos de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. La dirección general del cuerpo destacó que la operación ha dejado a la banda terrorista «prácticamente descabezada».
La vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, que felicitó a la institución por este golpe, subrayó el «alto grado de eficacia» de la Guardia Civil contra el terrorismo. Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, aseguró que la captura ha abortado nuevas acciones terroristas con fines económicos, sobre todo dada la precaria situación económica por la que atraviesa la banda tras los fallidos golpes en Zaragoza y Castellón.
Juan García Martín fue uno de los tres activistas que participó en el asesinato el pasado 6 de febrero en Zaragoza de la empresaria Ana Isabel Herrero e hirieron a su marido, Francisco Colell, durante un intento fallido de secuestro express. Colell, que recibió tres disparos, y otro testigo identificaron con un 90% de fiabilidad a García como el activista que vigilaba pistola en mano. El detenido también tomó parte en un atraco frustrado el 16 de marzo en un banco de Castellón en el que resultó herido el director de la oficina.
El supuesto jefe de los GRAPO tenía pendiente una orden internacional de detención e ingreso en prisión por pertenencia a banda armada. Juan García ya fue condenado en el año 1978 a veinte años de prisión y un año después de ser excarcelado se volvió a incorporar a la actividad armada. Desde entonces era considerado como uno de los partidarios de mantener la línea dura de los GRAPO.