De la serie de diferentes dudas que tiene Luis Aragonés respecto a la composición de su once titular de cara al debut ante Ucrania, hay dos que se antojan claves por su importancia para el juego de la selección y, en uno de los casos, también por su impacto mediático. Son Raúl y Albelda. El seleccionador ha probado al madridista como media punta y como segundo delantero. Desde fuera, da la impresión de que ha hecho todo lo humanamente posible para hacerle un hueco en el once titular. Sin embargo, más allá de su gol ante Egipto y de su entrega sin límites, el capitán de la selección ha decepcionado.

Es evidente que no está en forma. Quiere y no puede. Ha perdido velocidad y no tiene recorrido físico como para realizar los despliegues a los que acostumbraba en sus buenos tiempos. Aquel Raúl estajanovista, febril en su ánimo competitivo y letal en el área no es el que aterrizó ayer en Alemania. Consciente de ello, Luis Aragonés se plantea prescindir de él en el primer partido. Su lugar en la media punta podría quedar para Xavi, que ya va subiendo las revoluciones de su motor diésel y empieza a dejar su sello en el equipo.

Otro presunto intocable que podría caer es Albelda. Está claro que su paso al banquillo no tendría ni de lejos la repercusión que tendría la de Raúl, pero sería muy clarificadora sobre las intenciones de Luis Aragonés. El valencianista es el gran cortajuego de la selección, pero sufre con la pelota. Luis quiere toque y eso se lo da mucho mejor Xabi Alonso.