El brazo armado del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás) ha anunciado que interrumpirá de forma temporal el período de tregua, que cumple desde hace más de un año, y atacará ciudades israelíes en respuesta a la última ofensiva militar de Israel contra la franja de Gaza. "El terremoto en las ciudades sionistas (Israel) comenzará otra vez", reza el comunicado difundido a la prensa por los "Batallones e Azedín Al-Kasem", el brazo armado de Hamás. El texto añade que los grupos de la resistencia palestina "sabrán escoger el lugar y el momento apropiados para dar una dura y única respuesta".

Al menos diez palestinos han muerto y más de cuarenta han resultado heridos en diferentes ataques llevados a cabo por la Aviación y la Fuerza Naval israelí contra el norte de la franja de Gaza. El jefe de las Fuerzas Armadas de Israel, general Dan Halutz, ordenó sobre las 18 hora GMT el cese de los bombardeos. Hasta entonces, el fuego de artillería de barcos de la Fuerza Naval israelí ha barrido una franja de la playa entre los puntos de Sudaniya y Beit Lahia, causando al menos siete muertos.

Fuentes médicas palestinas dijeron que la mayoría de las víctimas son niños que jugaban en la playa cuando se produjo el bombardeo. Esas mismas fuentes dijeron que la menor de las víctimas mortales es un bebé de un año, e informaron, además, de que había cerca de 50 heridos de diversa consideración como resultado de la ofensiva. Según testigos presenciales, la Fuerza Naval israelí lanzó al menos tres misiles contra la playa de la localidad de Beit Lahia, donde en el momento del ataque se encontraban centenares de personas en la jornada festiva, hoy viernes, del descanso musulmán. Los médicos temen que la cifra de muertos pueda ascender en las próximas horas.

El Ejército israelí ha confirmado el disparo de fuego de artillería de la flota naval contra el norte de la franja de Gaza. Las fuentes militares dijeron que el blanco del ataque fueron zonas abiertas desde las que milicianos suelen lanzar cohetes contra Israel, aunque aseguraron que investigan las consecuencias del suceso.

Tres muertos tras un ataque aéreo

Horas antes, un avión no pilotado de la Fuerza Aérea israelí efectuó un bombardeo contra un grupo de militantes de los Comités Populares de la Resistencia, que acababan supuestamente de lanzar un cohete contra suelo israelí desde la aldea de Beit Hanún. En este ataque aéreo resultaron heridos tres militantes, uno de ellos de extrema gravedad.

Al suceso siguió otro bombardeo aéreo contra un vehículo en la ciudad de Beit Lahía, que causó la muerte a tres militantes del mismo grupo y heridas de consideración a un cuarto activista. Según fuentes palestinas y militares israelíes, el segundo ataque aéreo tuvo como objetivo a miembros de la misma célula que habían lanzado el cohete desde Beit Hanún y se produjo apenas diez minutos después del primero en la vecina localidad de Beit Lahia. Las fuentes explicaron que los milicianos lograron escapar al primer ataque, pero fueron alcanzados por un misil israelí lanzado igualmente por un avión no pilotado, que provocó una fuerte explosión, aparentemente porque el coche atacado transportaba explosivos.

Tras el bombardeo de la Fuerza Naval israelí contra la zona costera del norte de la franja de Gaza, un cuarto ataque aéreo dejó a dos palestinos heridos, uno de ellos en estado crítico y miembro del movimiento islámico Hamás. El ataque también tuvo por objetivo un vehículo en el que viajaban los supuestos militantes en la localidad de Beit Lahia.

Los milicianos de Samhadana juran venganza

A lo largo de la jornada milicianos palestinos han disparado al menos cinco cohetes artesanales Al-Kasam contra suelo israelí, en venganza por la muerte del líder de los Comités Populares de la Resistencia, Jamal Abu Samhadana, recientemente nombrado por el Ejecutivo de Hamás inspector jefe del Ministerio del Interior y responsable, por tanto, de la recién creada fuerza de seguridad palestina compuesta por miembros de ese grupo y del brazo armado de Hamás.

Los hombres del abatido Samhadana se concentraron esta madrugada en el hospital al que fueron trasladados los restos del dirigente palestino para prometer que vengarán su muerte "con atentados suicidas y con todos los medios que tengan a su alcance". Samhadana, de 45 años, era el comandante de los Comités Populares de Resistencia y desde hace dos meses también el encargado de los organismos de seguridad en el Ministerio del Interior palestino. A este último cargo llegó nombrado por el primer ministro palestino, Ismail Haniye, líder del movimiento islámico Hamás. "Esto es un asesinato y los palestinos tienen el derecho de responder a este crimen por todos los medios, porque Abú Samhadana ha pagado con su vida la libertad y la dignidad de su pueblo", ha dicho el portavoz del Ministerio del Interior de la ANP, Jaled abú Hilal.

El Ejército israelí, por su parte, se ha negado a confirmar si la muerte del dirigente, así como la de otros tres de sus compañeros, fue intencionada, es decir parte de su política de asesinatos selectivos de cabecillas de la Intifada o si, por el contrario, desconocía que éste se hallaba en el campo de entrenamiento que bombardeó. La base atacada se halla en lo que era el asentamiento judío de Shalev antes de la evacuación israelí de Gaza. En la ANP tanto el gobierno como la Presidencia han condenado el ataque, y han advertido que puede tener consecuencias imprevisibles.

El portavoz del ejecutivo de Hamás, Ghazi Hamad, ha calificado en rueda de prensa, de "heroica" la muerte de los cuatro militantes y agregó que el gobierno israelí es "responsable absoluto del crimen, de sus consecuencias y de las reacciones que pueda desencadenar". Por el momento, milicianos palestinos dispararon esta madrugada dos cohetes Al Kasam contra blancos en el sur Israel fronterizos con Gaza. A su vez, el portavoz de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, Abu Qusai, brazo armado de Al Fatah en la franja de Gaza, condenó la muerte del dirigente de los Comités Populares y añadió que su grupo "tomará cumplida venganza de esta muerte".