Sin duda alguna Bruno Herrero y Diego Capel son dos de los puntales del Sevilla B, que esta temporada todavía pelea por lograr ascender a Segunda División.

Bruno ha sido el cerebro de este filial. Por él suelen pasar todos los balones y además, es un auténtico especialista en las jugadas a balón parado. Físicamente no tiene una presencia que asuste, pero es un pulmón para el equipo, pues su resistencia le convierte en un hombre de gran recorrido. Es un medio centro diestro y ha entrado alguna vez en los planes de Juande Ramos.

Por su parte, Diego Capel es un interior zurdo cerrado, que se caracteriza por su verticalidad, su velocidad y su regate.

Sus movimientos revelan la técnica que adquirió en La Masía de Barcelona, algo que le ayuda a compensar su falta de kilos. Uno de sus defectos es su fútbol anáquico, pues el almeriense es de los que baja la cabeza e intenta llegar a puerta. Es una máquina de provocar tarjetas amarillas, pues su habilidad en muchas ocasiones sólo puede ser frenada mediante las faltas. Reparte sus entrenamientos entre el primer equipo y el filial, y ha sido internacional.