Catorce países europeos, entre ellos España, participaron de forma activa o pasiva en la "telaraña" tejida en el mundo para efectuar traslados "ilegales" de presuntos terroristas en vuelos organizados por la CIA a cárceles secretas, según las conclusiones contenidas en el informe presentado hoy en rueda de prensa por el parlamentario suizo Dick Marty, quien recibió en diciembre pasado el encargo de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) de investigar sobre los vuelos secretos de la CIA y presuntos centros de detención ilegales en Europa.
Este informe, que será debatido y votado el próximo 27 de junio por la PACE en sesión plenaria en su sede de Estrasburgo, es "un paso adelante significativo", pero es sólo "una etapa intermedia" en el establecimiento de toda la verdad que, según Marty, ha empezado a aflorar. Tras un minucioso trabajo "de puzzle" que le ha llevado siete meses, el equipo de Marty ha podido dibujar el mapa de la "telaraña" de las cárceles secretas o no y de los "circuitos" de los vuelos de la CIA , con sus "plataformas" y "escalas" aeroportuarias.
Tras puntualizar que su informe no constituye una acusación, y que por ello utiliza el término "neutro" de "participación" activa o pasiva y no "implicación", que tiene un matiz penal, Marty ha dicho que hay indicios de que Polonia y Rumanía albergaron prisiones de la CIA, además de las ya conocidas de Guantánamo, Kabul y Bagdad. España, Alemania, Chipre y Turquía aparecen en el mapa elaborado por el equipo de Marty como "plataformas" para los vuelos en Europa. Y se denomina el aeropuerto español de Palma de Mallorca como "plataforma bisagra". En esa isla mediterránea "equipos extremadamente bien entrenados preparaban sus misiones y regresaban para descansar", ha asegurado Marty.
El Gobierno español ha rechazado a través de un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores "de forma tajante" las conclusiones del informe y ha negado que España haya tenido una participación activa o pasiva, por negligencia o falta de vigilancia, en las detenciones y traslados secretos de prisioneros sospechosos de terrorismo. Su informe clasifica a Irlanda, Reino Unido, Portugal, Grecia e Italia como "escalas" europeas en los vuelos de "transferencias ilegales" de presuntos terroristas, y añade como "puntos de embarque puntual" lugares de Suecia, Macedonia y Bosnia.
Falta de celo
El parlamentario de nacionalidad suiza ha reprochado a otros Estados, y ha puesto como ejemplo el suyo, que no hayan manifestado la suficiente "voluntad" o "celo" para averiguar lo que pasaba en su territorio o espacio aéreo, aunque fuese sin su conocimiento. Además de la "telaraña", Marty ha dicho que este informe pone en evidencia un "velo de silencio" de los países participantes y considera que es "imposible" que Estados Unidos hubiese podido construir esa red sin, al menos, su conocimiento. Marty está convencido de que las autoridades estadounidenses dijeron la verdad cuando afirmaron que en ningún momento habían violado la soberanía de los Estados europeos. Esa interpretación tiene "cierta lógica y coherencia" sobre la hipótesis de que contaron con su participación, ha señalado.
Algo que ha dicho que le preocupaba especialmente era la existencia de un intolerable "apartheid" contra las personas víctimas de esas entregas efectuadas totalmente fuera de la ley. "Esos comportamientos ilegales, ese apartheid contra personas de origen árabe o musulmán, son extremadamente peligrosos y pueden exasperar a la población y crear nuevos terroristas", ha dicho Marty, y ha recalcado que los países citados tienen "el deber y la obligación" de llevar a cabo investigaciones "serias" para averiguar la verdad.
A los catorce de los 46 países miembros del Consejo de Europa citados en este informe, Marty les ha reprochado "haber aceptado o no haber querido ver" la "telaraña" construida por Estados Unidos para luchar contra el terrorismo con métodos -ha dicho- que se sitúan tanto fuera de la ley como de las reglas de la guerra, y sobre "cuya eficacia podemos expresar nuestras dudas". "Eso no puede continuar", ha afirmado, por lo que ha conminado a Estados Unidos y los países europeos a establecer de forma "urgente" una "estrategia global" de lucha contra el terrorismo que sea respetuosa con los derechos humanos y los valores democráticos.
Ha reconocido, no obstante, que el sistema penal "necesita algunas adaptaciones" en la lucha contra el terrorismo, que "es esencial", pero esas modificaciones deben ser "transparentes".
Washington rechaza el informe
El Gobierno estadounidense ha rechazado hoy el último informe del Consejo de Europa, porque es una "repetición" de los mismos argumentos, según el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, quien dejó claro que la Administración norteamericana no ven en ello "ningún nuevo hecho sólido". Asimismo, McCormack subrayó que si bien todavía no habían tenido oportunidad de examinar el informe, con toda probabilidad decepcionaría "tanto en el tono como en el contenido". McCormack aseguró que el envío de sospechosos de actividades terroristas a países terceros por parte de los países involucrados, denominada 'transferencias' por el carácter voluntario de las entregas, son legales, y ha criticado además los informes de Inteligencia utilizados para elaborar el texto presentado por el Consejo de Europa.