El director del Instituto de Investigación Fundación Hospital de Alcorcón, el doctor Alberto Rábano, aseguró ayer que la autopsia realizada a Javier Monge ha confirmado lo que se suponía, que estaba afectado por un tipo «muy raro» de la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob esporádica, nada que ver con la variante humana de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o mal de las vacas locas.
Se ha hecho un estudio neuropatológico normal, además de aplicar otras técnicas de detección específica de un cierto tipo de depósito en los priones (proteína que influye en el mal de las vacas locas). Además, los datos clínicos del paciente, como la edad y el tiempo de evolución, «encajan perfectamente en el tipo inusual de la variante de Creutzfeldt-Jacob», explicó el doctor Rábano. Asimismo, el experto precisó que hay un dato genético del paciente que se ajusta a este tipo de variante. «Ya antes de realizar la autopsia nos parecía imposible que se tratase de un caso de la variante humana de la denominada enfermedad de las vacas locas».
Otros análisis
Por su parte -añadió- ya se ha terminado el protocolo de análisis, por lo que no tiene previsto enviar muestras para su estudio a ningún centro fuera de España. Si bien, si la familia lo solicita, se les darán las muestras guardadas de tejido para que lo puedan remitir a otros lugares para su análisis, precisó.
Según el doctor Rábano, sólo ha habido un caso confirmado en España que ha padecido el mal de las vacas locas, una joven madrileña de 26 años de edad, que falleció el pasado 10 de julio en la Fundación Hospital de Alcorcón.
Esta joven no tenía antecedentes familiares ni factores de riesgo iatrogénicos (por implantes de tejido nervioso) y no consta que hubiera realizado viajes al Reino Unido ni tampoco a ningún otro país extranjero. No obstante, había trabajado en un laboratorio universitario de sanidad animal, aunque no se sabe cuál fue el supuesto origen del contagio.
Por su parte, la madre del fallecido, María Rosa Sanz, denunció la «falta de ética» y «la poca vergüenza» por parte de los responsables, al informar antes a los medios de comunicación que a la familia sobre los resultados de la autopsia. «Es indignante, ha sido como una puñalada trapera porque teníamos el derecho de saberlo antes», criticó.
Respecto a los resultados de las pruebas, María Rosa Sanz, mantiene sus dudas, «hasta que no se demuestre lo contrario». En este sentido, indicó que tras recibir los resultados «seguramente se pedirán nuevos análisis a otro centro, posiblemente fuera de España».
En concreto, pedirá una muestra de la parte del tejido nervioso del cerebro de Monge que se mantiene guardado (en nitrógeno fresco líquido) en el banco de tejidos de la Fundación Hospital Alcorcón.