-Convénzame para hacerme socio del Industrial.
-Simplemente te diría que bucearas en su historia, en el sentimiento industrialista.
-¿Y qué es eso exactamente?
-El sentimiento de los aficionados a un equipo que tuvo una gran historia y que ahora está apartado de la sociedad jerezana.
-¿Qué tiene el Industrial que no tenga el Deportivo?
-La historia, el alejamiento, la fidelidad absoluta contra viento y marea. Los aficionados xerecistas carecen de esa fidelidad.
-¿De dónde le viene ese idilio con el Industrial?
-Mi padre me llevaba a las gradas del Domecq, de donde nunca debimos salir. Nos expulsaron de allí de manera lamentable, vergonzosa y caciquil. Por eso reivindicamos que Chapín es nuestra casa.
-¿Quién os expulsó?
-El Ayuntamiento de Pedro Pacheco, el enemigo favorito del Jerez Industrial.
-¿Qué le reprochan al Consistorio actualmente?
-Al Ayuntamiento no da cauces y vías para el crecimiento del equipo, no le deja crecer. No le interesa una masa social grande que le haga sombra al Xerez Deportivo. Ninguna mujer alcaldesa ha tenido sensibilidad con nuestra minoría.
-¿No han obtenido nada?
-Un simple campo a las afueras de Jerez y una subvención. No se han alegrado ni de nuestra permanencia.
-Bueno, a lo mejor hay funcionarios del Ayuntamiento que son industrialistas.
-Hay atisbos de que existe cierta simpatía al Jerez Industrial de miembros cercanos al Gobierno municipal.
-Ahora se abre un ciclo en la entidad con la dimisión de Narbona.
-Si se confirma que dimite Narbona se abriría una nueva etapa ya que siempre fue un estorbo para el industrialismo.
-¿Un industrialista tiene más afinidad con el Cádiz que con el Xerez?
-Por su relación histórica con el club amarillo, creo que sí. Por ejemplo, Pepe Mejías y Juan José jugaron cedidos en el Jerez Industrial con 17 años.
-¿Cómo comenzó el declive?
-Al bajar a Regional en los 70. El siguiente empujón hacia el abismo nos lo dio Pacheco al que Narbona le siguió la corriente.