Corrían años difíciles para el Xerez Deportivo cuando un grupo de amigos decidieron unirse de manera oficial para apoyar al equipo de sus amores domingo tras domingo. De esta forma, una de las peñas más originales y con una de las pancartas más llamativas se hacían un hueco dentro del corazón de toda la parroquia xerecista.
La peña El Quillo, que se sitúa en la preferencia del estadio jerezano, cuenta en la actualidad con casi medio centenar de miembros en que la cercanía y la familiaridad son las tónicas generales en cada encuentro. Además, su singular nombre y símbolo se han ganado buena parte de la afición xerecista. Respecto a la creación de la peña, el presidente de la misma, Miguel Ángel Mancheño, esbozó con tono jocoso los comienzos de este grupo de amigos que se congregaban cada domingo para ver al equipo que por aquel entonces dirigía el alemán Bernd Schuster. «Eramos un grupo de amigos que nos reuníamos todos los fines de semana para ver al equipo. Fue entonces cuando tuvimos claro que era fundamental formarnos como peña y dar todo nuestro apoyo al Xerez».
Y es que esta particular peña es conocida, entre otras cosas, por el nombre y el emblema que la abandera. «El nombre del Quillo vino por la típica expresión andaluza. En cuanto al símbolo fue idea de Toni Mancilla. Él tenía un dibujo de su mascota y nos gustó la idea con lo que decidimos pedirle permiso para utilizar su idea y su dibujo. La verdad es que no nos ha salido mal porque mucha gente nos conoce, precisamente, por estas dos cosas».
A la hora de realizar un deseo para la peña y para la temporada que viene, Miguel Ángel Mancheño tiene claro que «a ver si el año que viene el equipo asciende a Primera División. Este año lo hemos tenido al alcance de la mano, pero se nos ha escapado incomprensiblemente. Son muchos palos ya lo que ha recibido esta afición. Para los miembros de la peña sólo pido que nos sigamos viendo cada domingo y disfrutemos todos juntos cien años más».
Muchos actos
Además de la truculenta creación de la peña y su imagen de cara al resto de los aficionados, el Quillo se caracteriza por ser una peña familiar y cercana. Estos xerecistas de pro realizan todo tipos de actos para tratar de congregar el mayor números de socios en cada partido.
La celebración de diferentes actos en Navidad y Semana Santa son tradicionales, pero siempre hay un hueco para el deporte rey y así emular en la manera de lo posible a los profesionales del primer equipo xerecista. «Todos los viernes jugamos un partido de fútbol sala en el polideportivo de Guadalcacín. Ahí nos reunimos y disputamos unos partidillos que terminamos normalmente con unas copas en la propia sede de la peña donde ya disfrutamos comentado todo lo acontecido».
«En estas fechas realizamos algunas caracolá después de los partidos para comentar todo lo que ocurre en el encuentro», apuntó Mancheño.
Viajes
Uno de los acontecimientos más queridos son los viajes. Miguel Mancheño recordó uno muy especial. «Recuerdo cuando fuimos a Huelva que empezamos en un fondo y terminamos en preferencia».