El presidente palestino, Mahmud Abás, ha decidido aplazar hasta el próximo fin de semana la convocatoria del referéndum sobre el denominado "Plan de los Prisioneros", y facilitar así la posibilidad de llegar un acuerdo con el Gobierno de Hamás, tal y como se lo han pedido algunos dirigentes árabes. Abás había dado un ultimátum a Haniye hasta la pasada medianoche, pero las negociaciones entre ambos terminaron en un fracaso.
Abás se ha reunido hoy con el Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), a cuyos miembros ha informado de ese fracaso. Si tras este nuevo plazo el primer ministro de Hamás insistiese en rechazar el documento, aprobado por prisioneros de su movimiento y de Al Fatah, el presidente palestino anunciará el referéndum muy probablemente para el 16 de julio próximo.
El documento, que en principio rechaza la dirección del movimiento islámico Hamás (en torno al que se articula el Gobierno palestino), aboga por el establecimiento de un futuro Estado palestino en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, territorios ocupados por Israel en la Guerra de los Seis Días (1967). Yaser Abed Rabbo, portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y uno de los principales asesores del presidente, declaró a la prensa en Ramala que la decisión adoptada por Abás tiene por objeto darle "otra oportunidad" al diálogo entre las facciones palestinas. Sin embargo, fuentes allegadas al presidente manifestaron que Abás no espera un cambio significativo en la posición de Hamás, grupo liderado por el primer ministro palestino, Ismail Haniye.
"El presidente subrayó durante la reunión que anunciará este fin de semana en una rueda de prensa su decisión sobre la celebración de un referéndum nacional y el comienzo de las preparaciones", informó en un comunicado la OLP tras una conferencia celebrada esta mañana en Ramala. Hamás, la Yihad Islámica y otros tres grupos menores de ideario de izquierdas, que rechazan el documento que Abás pretende someter a una consulta popular, recibieron con beneplácito la decisión de ampliar el plazo. Con todo, estos grupos advierten en un comunicado de que "esta decisión no es suficiente y se requiere una atmósfera que garantice el éxito del diálogo". Entretanto, representantes de Hamás han exhortado a Abás a que cese de presionar a los negociadores con una fecha límite, al tiempo que algunas fuentes han indicado que el grupo islámico instará a sus seguidores a boicotear el plebiscito llegado el caso.
El resultado de la consulta no obligará legalmente a Haniye a aceptar el documento de los prisioneros, pero si ganara Abás, como se prevé, será una grave derrota política para Hamás y el presidente podría anticipar elecciones. El primer ministro palestino se opone al referéndum con el argumento de que "es innecesario" e "ilegal" porque su movimiento y su programa fueron elegidos en comicios recientes, y acusa a Abás de obligarle a negociar "con una pistola en la sien", algo -dijo- que "no estoy dispuesto a aceptar". Según algunos analistas, Haniye, bajo presión de la cúpula de Hamás en Siria, podría finalmente llegar a un acuerdo con Abás y evitar el plebiscito, o bien ordenar a sus seguidores y simpatizantes sabotearlo.
Exigencias de Al-Fatah a Israel para superar el conflicto
La iniciativa, promovida por el diputado de Al-Fatah Maruán Barguti -que cumple cinco cadenas perpetuas en una prisión israelí- exige a Israel un repliegue total de Cisjordania y un Estado independiente en este territorio y en la franja autónoma de Gaza con capital en Jerusalén oriental, junto al Estado Judío. Asimismo, aboga por limitar las operaciones de los milicianos en Cisjordania mientras continúe la ocupación militar; exige asimismo la liberación de 8.500 prisioneros y el retorno de millones de refugiados al país, entre otros puntos.
Para Adnán Asfur, portavoz de Hamás en Cisjordania, su movimiento acepta "un 90 por ciento" del plan de los prisioneros, aunque aún persisten dos escollos. El primero, es el artículo que reconoce a la OLP -a la que no está afiliado Hamás- como máximo órgano representante del pueblo palestino; y el segundo, el reconocimiento de los acuerdos internacionales firmados por la ANP. En cambio, afirma que Hamás no rechaza el establecimiento de un estado palestino dentro de las fronteras de 1967, lo que supone el reconocimiento implícito del derecho de Israel a existir en el resto de Palestina, que hasta ahora el movimiento islámico reclama entera, y la aceptación de la solución de los dos estados.
El aplazamiento, bien recibido por Hamás
Portavoces de Hamás han recibido con beneplácito el aplazamiento del ultimátum, ya que esperaban poder seguir negociando sobre los términos del "plan de los prisioneros" sin la presión de ese plazo. Si el plebiscito fuese ganado por Abás y su movimiento nacionalista Al Fatah, principal rival de Hamás en las calles y en la oposición parlamentaria, el presidente palestino disolvería el Consejo Legislativo y anticiparía las elecciones, según sus allegados.
Una cumbre árabe celebrada en 1974 en Rabat consagró a la OLP, entonces presidida por Yaser Arafat, como "representante exclusiva" del pueblo palestino, a lo que también se opone el Movimiento Islámico Hamás, fundado en 1987, tras el estallido de la primera "intifada" contra Israel. Hamás, que se niega a reconocer la legitimidad del Estado hebreo, nunca se afilió a la coalición de grupos palestinos de la OLP, entre ellos Al Fatah, el principal, y considera "ilegal" el referéndum.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, que no reconoce al Gobierno del primer ministro Haniye, tiene previsto viajar el próximo jueves a Amán para reunirse con el rey Abdalá II, y también se entrevistará con Abás después de una visita a Alemania y Francia.