La Comisión Europea autorizó ayer la OPA de Mittal Steel sobre Arcelor condicionada a la venta de tres factorías. No obstante, la culminación de la operación no está clara, especialmente tras el anuncio del grupo europeo de su fusión con la rusa Severstal. El Ejecutivo europeo considera que la compra de Arcelor por Mittal no afectará negativamente a la competencia, excepto en el sector de los perfiles pesados.
Para salvar el solapamiento de las dos compañías en ese mercado concreto, Mittal propuso a la Comisión la venta de tres acerías, en Alemania, Italia y Polonia, junto a sus activos de distribución y comercialización, remedio que Bruselas considera suficiente.
Mientras tanto, los directivos de Arcelor continúan haciendo campaña por la siderúrgica rusa. Los primeros ejecutivos de Arcelor, el consejero Guy Dollé y el director general Gonzalo Urquijo, así como el presidente ejecutivo de Severstal, Alexey Mordashov, aseguraron al Gobierno español que la empresa «seguirá siendo la misma» tras la fusión de ambas compañías. No habrá cambios en las plantillas, en los proyectos ni en las inversiones.
Los tres desembarcaron en Madrid para explicar el proyecto de integración en plena batalla de los administradores de la siderúrgica con accionistas rebeldes que han pedido la convocatoria de una junta extraordinaria, por entender que la OPA lanzada por Mittal se debe desarrollar «en igualdad de condiciones», y porque creen que la fusión con Severstal tiene como objetivo obstaculizar una oferta que está en el mercado. Accionistas que equivalen al 29% del capital de Arcelor, se han dirigido por carta al presidente.