La apertura a todos los públicos y la adaptación con el entorno y con el clima jerezano y andaluz son los elementos que inspiran el diseño de la futura biblioteca, que en el exterior se recubre con una aleación de acero mate que no brilla pero puede reflejar la zona verde de su alrededor y que en el interior acogerá al público con la calidez de la madera de arce. Lo más significativo sigue siendo un patio de entrada en forma de embudo, «un edifico que envuelve el patio interior que casi mira a los viandantes» y les invita a entrar y participar de las actividades que alberga.

Los espacios y distintas dependencias se distribuyen en distintos niveles, conectados por rampas (prácticamente no hay escalones) y que resultan visibles entre sí, aunque aisladas para garantizar el silencio y la tranquilidad. Así, desde el patio interior se vislumbran como si estuvieran colocadas en aberturas tanto las salas de investigadores, como las previstas para escolares y estudiantes de instituto (cerca está el Seritium) y la universidad, y también la biblioteca infantil. En total, se prevén ocho salas de lectura, una de ellas al aire libre (el aislamiento lo permite una altura de 2,50 metros) y un salón de actos y exposiciones que permitirá la apertura del centro en distintos horarios, de manera independiente, como las áreas de trabajo del personal funcionario.