Zapatero elude el terrorismo y el 'Estatut', celebra su gestión y asume nuevos compromisos Sólo hizo una breve referencia a ETA para pedir a los partidos «generosidad» para acabar con la banda Admite que «hay cosas que pueden y deben mejorar» y anuncia medidas en seguridad e inmigración MARTA SUÁREZ/COLPISA. MADRID EXPOSICIÓN. La intervención de Zapatero duró más de una hora. / EFE | | ImprimirEnviar | | LA INTERVENCIÓN
LAS CLAVES DEL DEBATE Terrorismo
Modelo territorial
Inmigración
Seguridad ciudadana
Política exterior
Empleo
Economía
Conclusiones | Duración: Una hora y doce minutos.
Tono de la intervención: Sobrio y contenido, amable al describir con su propia gestión.
Interrupciones: 31 aplausos. Risas en los escaños del PP cuando afirmó que en España no pueden vivir inmigrantes sin papeles. Un grito de «agua para todos» de un diputado popular. El presidente del Gobierno y el líder de la oposición hicieron referencia a los asuntos de actualidad que más preocupan a los ciudadanos:
Zapatero: El presidente refirmó su determinación de trabajar para lograr el fin de ETA y pidió generosidad al resto de partidos, a la vez que ofreció diálogo para alcanzar la paz.
Rajoy: El líder del PP exigió conocer las intenciones de ETA y comprobar si existe una decisión irreversible de abandonar las armas, disolver la banda y pedir perdón a las víctimas para prestar su apoyo al Gobierno. Además, advirtió de que no apoyará el pago de precios políticos.
Zapatero: Defendió la idea de España constitucional y de las autonomías, así como la descentralización del poder político y destacó la normalización del diálogo institucional con los gobiernos autonómicos «por primera vez desde 1997».
Rajoy: Acusó a Zapatero de vivir «cautivo de los nacionalistas» y de intentar desbordar la Constitución y «desfigurar» a la nación. Se refirió al Estatuto catalán, del que dijo que no había necesidad de reformarlo y denunció que el Gobierno «se ha lanzado a una reforma territorial sin un proyecto definido».
Zapatero: Reconoció que, aunque «España pone todos los medios» para el control de la inmigración irregular, «el esfuerzo es insuficiente». Reclamó la implicación de la UE,que cofinanciará las repatriaciones y enviará expertos y equipos de intervención rápida a Canarias, y se mostró a favor de cooperar con los países africanos.
Rajoy: Afirmó que el Gobierno «llega tarde y pone parches donde menos falta hacen». Exigió soluciones para la «agobiante» situación de Canarias y criticó la última regularización de inmigrantes que, a su juicio, ha provocado un «efecto llamada ecuménico»
Zapatero: Destacó que la tasa de criminalidad de España está entre las más bajas de Europa, por debajo de Reino Unido, Alemania y Francia y que en sólo dos años se han creado 19.000 plazas nuevas de policías y guardias civiles, y 600 de agentes del CNI. Asimismo, aseguró que al fin de la legislatura habrá 36.000 policías más que en 2004.
Rajoy: El líder del PP, por el contrario, afirmó que ha aumentado el número de delitos. «Nos enfrentamos a un tipo de delincuencia importada, salvaje, más agresiva de lo que hemos conocido jamás, con asaltos a viviendas y 'secuestros exprés'», dijo, por lo que reclamó «un programa de acción convincente».
Zapatero: El Gobierno, destacó Zapatero, busca contribuir a la paz con el multilateralismo y combatir la desigualdad con la cooperación. El presidente resaltó el impulso al trabajo de la ONU y a la lucha contra el terrorismo internacional, propuesto la Alianza de Civilizaciones.
Rajoy: Según Rajoy, España «ha desaparecido del mapa». El líder popular basó esta afirmación en que, a su juicio, las relaciones «con nuestros antiguos socios políticos y económicos», los países europeos y Estados Unidos, «son pobres y no ofrecen señales de mejora». «Somos ya tan prescindibles en el plano internacional que, a poco que el presidente se esfuerce, logrará que nadie cuente con nosotros». afirmó.
Zapatero: El presidente situó el empleo como «objetivo prioritario». Se refirió a los 900.000 empleos creados el año pasado y destacó que España generó el 60% de puestos de trabajo de la UE. La tasa de empleo es del 65%, cuatro puntos más que hace dos años, según señaló Zapatero, que hizo hincapié en que el paro está en su nivel más bajo del último cuarto de siglo. Reconoció su preocupación por la calidad del empleo y su estabilidad y destacó que en el segundo semestre de 2006 aspira a transformar medio millón de contratos temporales en indefinidos.
Rajoy: El presidente popular reconoció los logros del Gobierno de Zapatero en este apartado, e incluyó la creación de puestos de trabajo entre las cuestiones que, según el líder opositor, van «bien» en el país.
Zapatero: Para el Gobierno, la economía es más fuerte y sólida porque crece al 3,5%, por encima de la media de la UE. Zapatero recordó que en 2005 hubo, por primera vez en la historia, un superávit de las finanzas públicas del 1,1% del PIB, y aseguró que en 2006 habrá un resultado similar. Puntualizó que el Gobierno reformará el IRPF, con una rebaja media del 6%, y del 17% para las rentas más bajas. Situó como desafíos la reducción de la inflación y la mejora de las exportaciones.
Rajoy: Reconoció la buena marcha económica, subrayando que hace diez años inició un ciclo de crecimiento sostenido y estable cuya inercia, a su juicio, perdura. El déficit del sector exterior, las pérdidas de competitividad y el aumento de precios son algunos de los problemas que acechan al país, según el líder de la oposición, que opina que el Ejecutivo «da la impresión de estar cruzado de brazos, encantado con la herencia recibida».
Zapatero: Resumió que España es un país «diverso» y «rico», con ambición de progreso y cultura, y con un «enorme» potencial de futuro. El Gobierno está «razonablemente satisfecho» con la evolución de del país, pero no es «conformista ante la situación de la Nación, porque el proyecto que represento nunca alcanzará su cota de ambición con España».
Rajoy: El líder del PP concluyó que el Gobierno carece de un rumbo conocido. Denunció la «incertidumbre» que sufren los ciudadanos, «que no ven con claridad cómo se van a desenvolver las cosas en el futuro». Para el principal partido de la oposición, el Ejecutivo ha sembrado la discordia entre los españoles, «que están más divididos que antes». |
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José Luis Rodríguez Zapatero se presentó a su segundo gran examen parlamentario con un balance complaciente de su gestión en el que ignoró de forma deliberada el Estatuto de Cataluña y el alto el fuego de ETA. El jefe del Ejecutivo prefirió hablar de lo que él denomina la «España real» y anunció una batería de medidas para reducir la inseguridad, frenar la inmigración ilegal, ayudar a los jóvenes y mejorar la economía.
En la intervención inicial, el presidente obvió el Estatut, que dejó para las réplicas. Sólo se refirió de forma genérica a las reformas impulsadas en esta legislatura al asegurar que su gabinete garantizará la «constitucionalidad de las propuestas y su integración en el interés general».
También pasó de puntillas sobre ETA porque acordó con el líder del PP hacer una mínima referencia y abordar el problema con más detalle en un pleno específico en junio. Así, relegó el asunto a los últimos minutos de su intervención. En su breve reseña de esta cuestión se limitó a reiterar su compromiso de acabar con la banda terrorista, pidió a «todos» los partidos que «actúen con generosidad» y ofreció a sus dirigentes políticos el «máximo diálogo» para recorrer juntos «el camino de la paz».
La intervención del jefe del Ejecutivo estuvo centrada en la buena marcha de la economía, las ayudas a los jóvenes, las políticas sociales y educativas, la extensión de los derechos y el cumplimiento del programa electoral en materia de seguridad ciudadana y mejora de la atención de la Justicia. Zapatero se mostró «razonablemente satisfecho» de la evolución de España en sus dos años de mandato, aunque confesó no conformarse: «Hay cosas que pueden y deben mejorar».
Apuntó, además, los objetivos de los dos años restantes de la legislatura, sobre todo dirigidos a los jóvenes. Ofreció una exención total en el IRPF a las personas que alquilen su vivienda a menores de 35 años, prometió que duplicará las becas con respecto a las de 2006, anunció que habrá subvenciones de hasta 1.000 euros para cursos de inglés de los jóvenes en España o en el extranjero, que el Gobierno bonificará durante cuatro años la contratación indefinida de los jóvenes y también el 50% de la cuota empresarial a la Seguridad Social por el primer trabajador indefinido que contraten empresarios de menos de 35 años.
Preocupaciones
Zapatero habló de las cuestiones que, según las encuestas, inquietan a los ciudadanos: la economía, la seguridad o la inmigración. Así, defendió que la economía goza de una «excelente» salud, recordó que la tasa de criminalidad es una de las más bajas de la UE y ratificó la intención de su Gabinete de enviar al Congreso antes del verano la propuesta de reforma del Código Penal para combatir la delincuencia organizada.
En inmigración destacó la repatriación de irregulares, presentó un aluvión de cifras para combatir la percepción de que están cruzando las fronteras más sin papeles que nunca y consideró una «obligación moral» el incremento de la cooperación al desarrollo en África para evitar las avalanchas.
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