Como madre de un futuro alumnos de un colegio de la zona Este de Jerez, o mejor dicho, de un futuro alumno hacinado en un centro público, no puedo dejar de mostrar mi indignación y perplejidad ante la nota que me encuentro en el tablón de dicho centro, y que dice, más o menos, que por orden del señor delegado se aumenta la ratio a 27 alumnos por aula en Infantil de tres años. Sucede, además, que en los centros de esta zona se han producido menos solicitudes de matriculación que plazas ofertadas con lo cual la aberración se supera así misma.

Al mismo tiempo, la Delegación Provincial de Educación se niega a aceptar la propuesta de algunos directores consistente en la creación de grupos nuevos que descarguen la masificación que se avecina.

Desde luego, estamos acostumbrados al abuso y a la ineptitud de algunos políticos, Manuel Brenes entre ellos, al engaño y a la mala gestión de los recursos, pero que estos vayan a sufrirlo niños de tres años me parece del todo inaceptable.

Por otra parte, elevar la ratio a 27 es totalmente ilegal, pues el Real Decreto 1537/2003 dice que «los centros docentes que impartan Educación Infantil tendrán, como máximo, 25 alumnos por unidad escolar». Y otras instrucciones u órdenes de cualquier delegación no pueden entrar en contradicción con el Real Decreto.

¿Qué sanción existe para este incumplimiento de la ley? Ley que me ampara y, al mismo tiempo, me perjudica porque se la pasan por el «forro» aquellos mismos que la formulan después de haber sido colocados en sus cargos por votantes como yo. Mejor dicho, no me perjudica a mí, que sé atarme los zapatos y limpiarme el culo y los mocos, sino a mi hijo y a tantos otros niños cuyos derechos no están garantizados por la Administración educativa, niños que son insultados y maltratados por la institución, mientras que ésta se lava la cara malgastando en proyectos grandilocuentes.

Qué desilusión, qué vergüenza.

Rosa Muñoz Sánchez. Jerez