Una vida como futbolista: capítulo cerrado. Primer día como entrenador. Oli vivió ayer sus primeras 24 horas como técnico del Cádiz, y lo hizo trabajando. El fin de semana le servirá para poner en orden todas sus ideas, tranquilizarse, perfilar los últimos detalles (Carranza, El Rosal, planificación de fechas) y dejar todo encaminado antes de marcharse de vacaciones a su Oviedo Natal. Por supuesto, entre sus obligaciones está la de atender a la prensa, a la que recibe con la misma naturalidad que cuando marcaba goles. Serio como siempre, sincero y con muchas cosas interesantes que aportar. Su primera entrevista no tiene desperdicio.
-¿Cómo se encuentra tras haber cumplido su primer día como entrenador?
-Más tranquilo. Centrado sobre todo en trabajar y dándole vueltas a muchos detalles para dejarlo todo controlado antes de marcharme de vacaciones. Me encuentro mucho mejor, con menos nervios y emoción y hoy he podido dormir bien.
-¿Y la familia?
-A ellos le preocupa más la incertidumbre, pero una vez que se ha solucionado todo me apoyan totalmente porque saben lo que es más conveniente. Ya he tomado muchas decisiones importantes en mi vida, y ellos ahora me piden que me lo tome con ilusión pero con tranquilidad, que todavía queda mucho para que empiece la Liga.
Confianza plena
-¿Qué pensó cuando el club le planteó esta situación?
-Se venía planteando desde hace tiempo. Con Benito he cambiado muchas impresiones, conoce mi idea de fútbol y por ello me había preguntado que si me gustaría quedarme en el cuerpo técnico cuando me retirase. Pero hasta ese momento yo pensaba en jugar.
-¿Y qué le le llevó a cambiar de opinión?
-Pues le dí muchas vueltas a todo, pero el primer motivo es que tengo una fe enorme en mí, estoy capacitado y convencido, soy ambicioso y es un reto que me ilusiona. Y por supuesto que confío en la plantilla y en los colaboradores, este grupo humano me va a apoyar a muerte. Si no nos equivocamos en los refuerzos pelearemos con fuerza por el ascenso, y además el filial nos puede echar una mano.
-La cantera merece un capítulo aparte. En cuanto a los refuerzos, el club ha comentado que serán tres: un central, un medio centro y un delantero.
-Hay matices. Serán de tres a cinco fichajes aunque sin concretar, y cualquiera que haya seguido al club sabe qué posiciones hay que cubrir. En el lateral derecho tenemos muchos jugadores y nos faltan en otros lados, por lo que hay que equilibrar. Hay que buscarle una alternativa a Sesma pues sólo tenemos un interior izquierdo, y también necesitamos un 9. Y luego estamos abiertos a los futbolistas interesantes que se nos presenten.
-¿Hay prisa?
-Cuanto antes se firme mejor, para conocer a los nuevos en la pretemporada, desde el principio. Aunque luego a final de verano siempre surgen opciones interesantes, yo quiero aprovechar este mes de ventaja que tenemos con respecto a los demás conjuntos de Segunda.
Nada de locuras
-¿Va a exigir o se conformará con lo que le traigan?
-Todos buscamos lo mejor para el equipo. Si lloro mucho y aprieto, podría conseguir más cosas, pero lo importante es tener sentido común. Nada de locuras porque tenemos una base. Hay mucha gente que se contradice. Quiere más fichajes, muchos jugadores de la cantera y que no se vaya nadie de la actual plantilla, ¿pero no hay sitio para todos!
-¿Cuál es su idea de fútbol? Esquema, referencias, tendencia,...
-La idea la tengo clara pero los primeros en enterarse serán los jugadores. Eso sí, existen unas premisas básicas que son las que marcan la afición: agresividad, entrega, sacrificio y humildad. Luego le daré mi toque personal, aunque dependerá mucho de cómo se sienta más cómodo el conjunto.
-¿El equipo será el reflejo de Oli en el campo?
-Está claro que las cualidades mías como futbolista son las que adora el aficionado cadista, y eso es lo que ha premiado este año pese al descenso. Compromiso con la camiseta y con el compañero, trabajo, esa es la base, y a partir de ahí hablamos del dibujo.
Lugar para la estrategia
-¿La estrategia volverá a ocupar un lugar decisivo?
-Lo que menos te espera te da puntos y este aspecto es muy importante en Segunda, porque se cometen muchas faltas. Pero no hay que obsesionarse porque a lo mejor pierdes otra cosa. El equipo debe mantener el equilibrio.
-¿Va a ser más fácil o más difícil torear un vestuario de amigos y ex compañeros?
-Este es el vestuario que me toca, e iré a muerte con ellos hasta el final. Sean o no amigos, tenga más o menos afinidad, no influirá en mi forma de tratarlos. De verdad que pienso que hay más aspectos positivos que negativos, porque nos conocemos y somos perfectamente conscientes de lo que podemos dar.
-Pero siempre le acusarán de que si pone o quita a uno por amiguismo, incluso los mismos futbolistas...
- El jugador que llega a Primera no sólo tiene capacidad y habilidad, sino que es gente lista e inteligente, y lo suficientemente madura para entender que si no tomo yo las decisiones pues las tomará otro. Desde De Quintana hasta Acuña trataré a todos de la misma forma, si bien con un tacto diferente porque cada uno merece un trato acorde con su personalidad, edad y un sinfín de aspectos.
-Vicente González Villamil será su segundo. También una apuesta sorprendente.
-Nos une una gran amistad pero lo traigo por su capacidad, su contenido me viene muy bien a mí. Es un estudioso, lleva 30 años viendo fútbol y conoce muy bien la categoría. Tiene tacto con los futbolistas y sabe de qué va esto. Humanamente va a encajar muy bien.
-¿Cómo sienta la presión del ascenso en su primera temporada?
- Sé de sobra dónde me he metido, no hace falta que me lo recuerden a todas horas. Esto no tiene nada que ver con la temporada de hace dos años, cuando estuvo don Víctor, ni el año de José. Hay otra exigencia. Yo lo tengo asumido y también deberán asimilarlo los futbolistas, pero con naturalidad. Hay que desterrar la ansiedad, y no hablar desde el principio de ascenso porque la temporada dura diez meses. Si trabajamos bien, los resultados llegarán.
Una gran experiencia
-Siempre se pone uno en lo peor, pero tampoco podrá negar que el Cádiz es un caramelo para muchos entrenadores.
-Claro, es una experiencia muy bonita. Nada más conocer la noticia me han felicitado de muchos sitios. Es un reto bastante bueno, un privilegio y un trabajo donde todos nos jugamos mucho, tanto club como yo. Era un caramelo para muchos entrenadores que querían venir y eso yo lo valoro.
-¿Cómo cree que ha sentado en Cádiz su nueva designación como entrenador amarillo?
-No me voy a preocupar haciendo sondeos o encuestas. Doy el paso con todas las consecuencias. Ojalá sea más la gente que está ilusionada y le parezca bien, y deben saber que la suerte mía es la del Cádiz. Pero yo he sentido hoy como muchos aficionados de la calle me han felicitado, he sentido el mismo cariño de cuando era futbolista. Al móvil me han llegado más de 100 mensajes, el buzón de voz lo tengo que borrar cada tres o cuatro horas porque se me colapsa. Antic, Lillo, gente de fútbol y anónimos a los que se lo agradezco muchísimo.
-¿Ha podido hablar con Víctor Espárrago?
-Le llame el día antes de la presentación para comunicárselo pero no pude localizarlo. Me felicitó a través de un amigo.
-¿Qué es lo que más desea en este momento?
-Que llegue el 27 de agosto y comience a rodar la pelota. Todas las horas de trabajo se reflejan en el campo y al final ella será la protagonista. Como siempre.