La incesante llegada de inmigrantes indocumentados al archipiélago canario está despertando ya los recelos de algunos habitantes de los municipios más afectados. Vecinos del municipio tinerfeño de Garachico recibieron el jueves por la noche con gritos e insultos a un grupo de treinta menores cuando eran trasladados a un albergue de la Cruz Roja.

En relación a estos sucesos, el delegado del Gobierno en Canarias pidió ayer evitar «las actitudes histéricas» y «el histrionismo» ante la llegada de inmigrantes de África.

Otros 161

Pero el goteo es incesante. Ayer llegaron otros dos cayucos, con 161 inmigrantes a bordo, a pesar del mal estado de la mar. A las cuatro de la mañana llegó el primero con 99 personas a bordo y hacia las ocho se avistaba un segundo con 62 inmigrantes indocumentados.

El primer cayuco llegaba tan cargado de gente y el oleaje era tan fuerte que los inmigrantes tuvieron que ser izados a una embarcación de Salvamento Marítimo para llevarlos a tierra. Los subsaharianos del segundo cayuco eran todos varones. Se encuentran en aparente buen estado de salud, aunque algunos presentaban síntomas de deshidratación.

En lo que va de año, el número de inmigrantes trasladados desde Canarias a la Península para aliviar la saturación de los centros de inmigrantes del archipiélago se eleva ya a 5.200, aunque la cifra total de africanos llegados a las islas ronda los 7.800.