El Gobierno descartó incrementar las unidades de la Armada en Canarias para frenar la avalancha de inmigrantes. Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa consideraron que la medida, reclamada el lunes por el Parlamento insular, es desproporcionada.

Miguel Ángel Moratinos señaló en la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso que el Ejecutivo no se plantea «militarizar» la respuesta a la inmigración ilegal de subsaharianos. El jefe de la diplomacia se mostró partidario de «un plan integral» que vincule a las administraciones autonómica y central y se mostró partidario asimismo de sellar «acuerdos inmigratorios globales» con los países desde los que parten los sin papeles que combinen convenios de repatriación con ayudas al desarrollo.

José Antonio Alonso, a su vez, dijo que el control de la inmigración ilegal no entra en «las competencias» del Ministerio de Defensa «sino en las de Interior». Alonso apuntó que las medidas represivas sin más no resolverán el problema porque el fenómeno debe abordarse con acciones diplomáticas y medidas de ayuda.