Una red de colaboradores clandestinos del fallecido presidente yugoslavo Slobodan Milosevic protege al presunto criminal de guerra Ratko Mladic, declaró ayer en Viena el ministro de Asuntos Exteriores de Serbia y Montenegro, Vuk Draskovic. «No hay excusa ni disculpa para que Mladic no haya sido entregado hasta ahora», añadió.