Los alquileres de los locales del estadio Carranza por parte de administraciones públicas salvarán el quebranto económico que supuso para la Zona Franca invertir en ellos 27 millones de euros, dinero que supuso la adecuación y los acabados de las instalaciones dedicadas al uso comercial.

Semanas atrás la Zona Franca había mostrado su preocupación porque sólo dos empresas habían comprado locales en el estadio, en concreto una superficie total de 300 metros Esto suponía una mínima parte del suelo que salió a la venta hace casi un año, y cuya superficie comprende 15.000 metros cuadrados.

Ahora serán las administraciones quienes salven a la Zona Franca, que continúa buscando compradores, ya que aún quedan locales.