Los medios de transporte han cambiado con el tiempo pero el destino sigue siendo el mismo. Para recordar el peregrinar de sus ancestros, ayer recaló sobre las doce del mediodía en el González Hontoria una expedición de habitantes del pueblo malagueño de Yunquera, situado en la Serranía de Ronda.

Además de las ganas de disfrutar de la Feria de Jerez, el objetivo de estos turistas, a simple vista similares a las excursiones de pensionistas que visitan el González Hontoria, es cumplir con una arraigada tradición que les vincula con la ciudad.

A lo largo de décadas, el sustento de muchos habitantes del municipio de Yunquera se basó en el desplazamiento al Marco de Jerez para trabajar en las campañas de la vendimia, de la siega, y de cualquier trabajo que surgiera, con el fin de llevar algo de dinero a casa.

Este pequeño éxodo, que se reproducía cada verano, acabó creando unas costumbres en el pueblo que finalmente se convirtieron en fiesta local, ya que cuando volvían los jornaleros del Marco de Jerez, se oficiaba una tradicional romería en acción de gracias por su regreso.

Así, al llegar la última cuadrilla se agrupaban los retornados para llegar a la ermita de Porticate, uno de los principales reclamos de Yunquera.

Fuerte raigambre

En la actualidad esta festividad local tiene una fuerte raigambre no sólo entre los vecinos de Yunquera, sino también en los de localidades cercanas..

Según indicaron los representantes de la asociación de mayores de esta localidad malagueña, que ha organizado el viaje, «después de tantos años desplazándose a Jerez, en los habitantes de esta localidad se acabó creando un fuerte vínculo de aprecio y apego con las gentes jerezanas».

Precisamente por este motivo, aunque ya no es necesario que las familias yunqueranas acudan a aquellas campañas para su sustento, «sí que ha quedado muy arraigado en la memoria el sentimiento de aprecio por la ciudad de Jerez».