-¿Cómo es que comenzaste a trabajar en este establecimiento?
-Pues todo comenzó con las prácticas de comercio y markeing, que ha sido lo que yo he estudiado, y ya me quedé. Eso sí, poquito a poco. Primero un contratito de seis meses, otro de sustitución... y así hasta que con un contrato indefinido.
-¿Qué ofertáis al público en este local?
-Pues aquí principalmente lo que tenemos es alta perfumería, es decir, fragancias de firmas importantes. No obstante, también vendemos cremas, todo lo relacionado con el colorido (pintura de ojos, barras de labios, rimel...) y todo lo que tiene relación directa con la higiene personal.
-¿Qué tipo de productos se venden más?
-Realmente perfumes para señoras y fragancias para caballeros. Además de cuidado facial para mujer, ya que los hombres se atreven menos en este sentido.
-¿En qué épocas del año se vende más?
-Pues como todo el mundo se puede imaginar en las Navidades nosotros hacemos nuestro agosto. De toda formas, hay fechas concretas como mañana donde el Día de la Madre hace que tengamos buenas ventas.
-¿Cuál sería el regalo perfecto precisamente para esta fecha?
-Una buena fragancia, sin dudas. Conociendo la marca habitual que suele utilizar la persona a la que se le va a hacer el regalo se pueden encontrar cofres que en muchos casos pueden ser personalizados con su correspondiente leche corporal.
-¿Qué cambiarías de este trabajo?
-La verdad es que me gusta bastante, pero lo que cambiaría sería tener que estar pendiente a todo para evitar que nos roben. Y es que en alguna que otra ocasión eso ha pasado y nos hemos sentido impotentes, sobre todo, cuando el ladrón es extranjero (que los hay) y no logras entenderte con él.