La versatilidad de una bebida como el Brandy de jerez se hace patente en la Feria, que encuentra en la noche el mejor momento para disfrutar de esta delicia de la tierra. Y es que nada mejor que un producto tan típico como el Brandy de Jerez, para complementar la oferta de bebidas que ofrecen las casetas del Real.
Esta bebida es una de las tres Indicaciones Geográficas de brandy reconocidas por la Unión Europea, y reúne una serie de características y requisitos, que recogidos por su Consejo Regulador que lo hacen único e inimitable. Desde la extracción de su esencia, hasta la saca, el brandy de Jerez posee un íntimo vínculo con su tierra. No en vano el nacimiento de esta bebida espirituosa comienza con la destilación de vinos de la variedad Airen y Palomino, y continúa con un envejecimiento en botas que contuvieron en el pasado vinos de Jerez de algún tipo: fino, amontillado, oloroso, Pedro Ximénez, etc.
Tipos de Brandy
En función del vino que haya contenido la bota, el brandy poseerá unos rasgos u otros. Por ejemplo el brandy procedente de una bota que contuvo en su momento vino fino será pálido, mientras que el que se ha criado y envejecido en botas que contuvieron Pedro Ximénez serán de un tono mucho más oscuro. Sin embargo la clasificación oficial del Brandy de Jerez responde a otro criterio: el tiempo de envejecimiento. Según este criterio el Consejo Regulador del Brandy de Jerez distingue entre tres tipos de brandies: Solera, Solera Reserva y Solera Gran Reserva. El primero de ellos, el más joven, ha de tener un tiempo de envejecimiento superior a seis meses, y una proporción de componentes volátiles de 200 mg por 100 cc. Se caracteriza por su color ámbar, y un sabor donde aún es posible apreciar el destilado con nota de sabor a vainilla si ha permanecido en botas de olorosos, y rastros salinos si ha envejecido en botas de fino.
El doble de tiempo, es decir un mínimo de un año ha de envejecer un brandy para considerarse solera reserva. Sus componentes volátiles han de alcanzar los 250 mg por 100 cc, y su color es algo más oscuro que el ámbar del Brandy Solera. Asimismo al paladar resulta más consistente y equilibrado. Por último, en tercer lugar, el Brandy de Jerez Solera Gran Reserva ha de haber permanecido en las botas de roble americano un periodo de envejecimiento de tres años y ha de poseer 300 mg de componentes volátiles por cada 100 cc de bebida. Al tratarse del más viejo de los tres tipos de Brandy de Jerez reconocidos, su color se torna mucho más oscuro, llegando a una tonalidad caoba, consecuencia de la concentración de componentes. En su sabor a pesar de su suavidad persiste un sabor amargo proveniente de la bota en la que ha permanecido durante un trienio.
Para todos los gustos
Aunque tradicionalmente el Brandy de Jerez se ha venido bebiendo solo y en copa de balón, acompañarlo, bien simplemente con hielo o con refrescos o zumos, es otra opción para degustar la versatilidad de esta bebida jerezana. El hielo en contra de lo que se pudiera pensar, no acaba con el sabor ni el olor del Brandy, sino que ofrece una nueva visión de sus características. Los nuevos tiempos han abierto una nueva dimensión a la hora de consumir el Brandy. Con cola, con naranja o tónica, en proporciones de uno a tres, el Brandy de Jerez se convierte en una bebida refrescante y ligera, para degustar en ambientes informales. Incluso con cacao, o zumos de frutas, pone de manifiesto su poder adaptación sin perder un ápice de su personalidad original. Los cócteles se abren paso como una nueva forma de tomar brandy que cada vez cobra más fuerza. El sabor intenso de esta bebida en conjunción con sabores exóticos es todo un triunfo en la apertura comercial de esta bebida que ha traspasado las fronteras de la exclusividad, para convertirse en un modo exclusivo y diferente de beber al alcance de todos.